Laboratorios naturales
Mantener la educación municipalizada ha significado a las corporaciones desviar recursos de otras necesidades, con un grave daño patrimonial. Me atrevo a mencionar, con bastante nitidez, a tres laboratorios naturales que poseemos en La Araucanía.
El Programa Explora de Conicyt ha definido "Chile: Laboratorio Natural", como tema principal del año 2013. Desde el norte desértico hasta la Región de Magallanes, Chile posee territorios y ecosistemas únicos en el mundo, que nos permiten desarrollar ciencia y tecnología de clase mundial debido a las ventajas comparativas asociadas a temas de alto impacto.
Un ejemplo relativamente consolidado es la astronomía. Los cielos del norte ofrecen características ideales -más de 300 días de cielos despejados al año y ausencia casi total de contaminación lumínica- para la observación de los astros e intentar buscar explicación a los insondables fenómenos del universo.
No en vano se estima que para 2020 estará disponible en Chile más del 70% de la capacidad de observación terrestre mundial.
Otros ejemplos desde donde es posible desarrollar (y se está desarrollando en algunos casos) ciencia de alto impacto y de nivel global -aprovechando los laboratorios naturales del país- son la ciencia antártica y de glaciares, la ciencia del desierto y sismología.
Asimismo, el territorio nacional ofrece considerables ventajas comparativas para el desarrollo propio de los temas forestales.
¿Y si pensamos en La Araucanía?
¿Qué laboratorios naturales poseemos que nos puedan otorgar competitividad a nivel mundial en ciencia y tecnología?
Me atrevo a mencionar tres que observo con bastante nitidez.
Veo laboratorios naturales para el desarrollo de energías renovables, para el desarrollo de aplicaciones alimentarias y medicinales de plantas nativas y para el desarrollo de ciencia de clase mundial en vulcanología.
Si logramos focalizar recursos y políticas públicas en estas áreas de la ciencia creo que podremos posicionar a La Araucanía como un laboratorio natural único para el desarrollo de estas disciplinas.
Obviamente con todas las externalidades positivas que ello implicaría.