"cada vez se valora menos el buen trabajo periodístico"
galardón. Alipio Vera acaba de recibir el Premio Nacional de Periodismo 2013. El profesional de las comunicaciones ha desarrollado casi toda su carrera en la televisión, pero antes de eso fue director del "Diario El Austral".
Sólo diez días antes de que la ministra de Educación, Carolina Schmidt, diera a conocer el jueves pasado el nombre del ganador del Premio Nacional de Periodismo, Alipio Vera se enteró que el suyo se encontraba en la lista de postulantes.
Y sólo después de saber que él era el galardonado de este año supo cómo se fue gestando su nominación, la que surgió desde regiones, específicamente por parte de un grupo de pescadores de la caleta de Chañaral de Aceituno, en la Región de Atacama, lugar donde estuvo hace algunos años para dar a conocer su historia.
Una historia como la de muchos y chilenas y chilenos que el periodista ha dado a conocer en sus 44 años de carrera profesional, que ha estado casi en su totalidad ligada a la televisión, pero que también registra un paso por la prensa escrita, que dio entre 1979 y 1982 en Temuco, como director del Diario El Austral, único momento en el que ha estado fuera de las pantallas.
Sin embargo, el flamante Premio Nacional de Periodismo 2013 rememora con cariño su breve paso por la capital de La Araucanía, donde recuerda especialmente la edición especial preparada con motivo del primer centenario de Temuco, la que prepararon junto al equipo periodístico de entonces durante más de seis meses.
-¿Esa edición fue el trabajo más importante que hizo en su paso por El Diario Austral?
-Se marcó un hito en el diario, porque fue una edición de más de 100 páginas y nunca en la historia se había vendido tanto como en esa oportunidad. Destacamos, entre otras cosas, el paso de nuestros dos premios Nobel por la ciudad, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, y toda la historia de Temuco, desde que Cornelio Saavedra firmó el acuerdo con los mapuches, en el cerro Ñielol. La gente reservaba con meses de anticipación su ejemplar, igual después nos quedamos cortos en el tiraje, no quedó ningún diario en los quioscos.
-¿Cuando le ofrecieron venirse al Diario El Austral, dudó?
-Yo empecé en la televisión y me dieron la oportunidad de ir a trabajar un diario independiente, dentro de lo que se podía en esos años. Yo en ningún momento dudé en irme a Temuco, donde estuve tres años y donde me tocó vivir el plebiscito de 1980, y le dimos espacio a las voces disidentes y opositoras a la dictadura militar. Además, en esos años, fuimos capaces de darle cabida a periodistas que habían sido relegados, dándoles trabajo en el diario, quienes en esos tiempos no tenían ninguna posibilidad donde encontrar un puesto laboral.
-¿Le quedan desafíos profesionales por abordar?
-Los desafíos para un periodista no terminan nunca. El desafío de uno termina el día en que realmente deja de trabajar o se va de este mundo. Todos los días tenemos una tarea nueva, todos los días tenemos una tarea importante que investigar para comunicar después, todos los días hay personajes que son dignos de ser desatacados, y eso yo lo tengo muy claro, lo que no sé es cuándo dejaré de recorrer el país, pero lo que sí tengo claro es que mientras lo esté haciendo estaré lleno de vitalidad.
-¿Y eso cómo lo nota?
-Tengo 68 años y no es fácil que me sigan el ritmo camarógrafos jóvenes, se revientan después de unas cuantas horas de trabajo o después de media jornada sin parar. Yo tengo todavía esa vitalidad para seguir adelante.
-¿La vitalidad que nombra viene de la necesidad de contar historias?
-Siento la necesidad de servir a mi país, para a través de esas pequeñas historias, de esos pequeñísimos granos de arena que uno va recogiendo día a día en los diferentes rincones del país, poder construir un relato del Chile profundo. Y mi trabajo es el destacar ejemplos de esfuerzo, de sacrificio y de responsabilidad, porque si uno no muestra esas historias los chilenos nunca las van a conocer.
-¿Es valorada hoy la labor del periodista?
-Desgraciadamente veo que cada vez se valora menos el buen trabajo periodístico, porque si nosotros hoy miramos los medios no hay duda alguna que es mucho más fácil que cubran las primeras páginas y se ganen minutos en la radio y en la televisión los causantes de tragedias, los narcotraficantes, los delincuentes y no tiene la misma cobertura la gente que se levanta y construye este país, y que son la suma de millares de ejemplos de esfuerzo, sacrificio y trabajo.
-¿Hoy su tarea es mostrar esas historias?
-Esa gente va a morir trabajando y nunca va a tener un centímetro o una columna en un diario, ni va a tener un minuto en la televisión, a menos que haya muchos Alipio Vera que sean capaces de hacer visibles esas historias.
-¿Qué desafíos tienen hoy los periodistas?
-Rescatar la buena notica, que se imponga a la mala noticia, pero yo no digo que no se tenga que cubrir los accidente, las guerras o las tragedias, porque eso sirve para que la gente sepa las causas de esos hechos, así se toma conciencia de lo que no se debe hacer, pero que no tenga la preponderancia que hoy tiene la mala noticia. Aunque eso es un sueño, digo yo, de que hayamos periodistas que cambiemos la imagen negativa o penosa con que cada noche nuestros conciudadanos se acuestan a dormir.