Gobierno argentino renueva gabinete
Renuncia. Con la salida de su ministro más controvertido, Cristina Fernández espera frenar la caída de su popularidad.
La Presidenta argentina, Cristina Fernández, se aprestaba ayer a realizar su primera aparición pública desde que fue sometida a una operación y presentar oficialmente a sus nuevos ministros, gabinete que fue renovado luego de los malos resultados obtenidos por el oficialismo en las elecciones legislativas de octubre pasado y que acompañará a la Mandataria en la etapa final de su administración, que concluye en 2015.
La renuncia del martes del secretario de Comercio Interno, Guillermo Moreno, se sumó a la designación de Axel Kicillof como nuevo ministro de Economía, y de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete.
El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, aseguró que los cambios en el equipo "representan una nueva etapa" y "una etapa de superación de la anterior", en la que el Gobierno de Fernández de Kirchner ha enfrentado duros retos económicos, como una alta inflación y una sangría de reserva de dólares.
efecto económico
La renovación de parte del gabinete argentino surtió efectos en la bolsa de Buenos Aires, cuyo principal índice cerró ayer con una subida de 3,34%.
Analistas han dicho que la dimisión de Guillermo Moreno otorgará mayores atribuciones económicas a Axel Kicillof, un economista de izquierda partidario de un fuerte rol del Estado en la economía y una redistribución del ingreso que favorezca a sectores populares.
El ahora titular de Economía fue uno de los artífices de la estatización de la petrolera YPF confiscada a la española Repsol y asesora a la reestatizada Aerolíneas Argentinas.
Jorge Capitanich, el flamante jefe de Gabinete, se perfila como uno de los sucesores de Fernández de Kirchner con un estilo dialoguista.
En la cartera de Agricultura también hubo cambios y asumirá Carlos Casamiquela, un técnico agropecuario.
El martes, el Gobierno argentino informó la renuncia de Guillermo Moreno de la cartera de Comercio.
La derrota del Gobierno en los comicios legislativos precipitó la caída de Moreno, con cuya salida Fernández se saca de encima un duro lastre que durante estos últimos años colaboró en la caída de la imagen positiva de la Mandataria.