Bajos sueldos en La Araucanía
El último estudio de ingresos del hogar y de salarios que hizo el INE volvió a ratificar la gran brecha que mantiene la Región.
En materia de números duros y comparando con la realidad que se vive en el resto del país, pocas novedades ha arrojado la Encuesta Suplementaria de Ingresos que realiza anualmente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Tal como se viene repitiendo históricamente, el informe ubicó a La Araucanía en los últimos lugares del promedio de ingresos que perciben los hogares de la Región, habida cuenta de los $559.750 locales al mes, y superando sólo al Maule con sus $545.500. La renta promedio de las personas también sitúa a La Araucanía en la penúltima posición, con los $292.645 mensuales, y posicionándose otra vez también sobre el Maule, que registra la peor tasa nacional.
Son cifras desalentadoras, pero que no hacen más que refrendar los grandes desafíos que hay todavía en la Región para alcanzar de una vez por todas al resto del país en materias de desarrollo social y económico. Detrás del penúltimo lugar en el ingreso promedio de los hogares y en el sueldo promedio de las personas que determinó el INE es posible rastrear las enormes carencias que hay aún en el acceso a una educación de calidad, en una adecuada y oportuna capacitación laboral y, por cierto, en la falta de una actividad económica que justifique en sus resultados un incremento salarial para sus empleados.
Para que estos guarismos se acerquen al menos a la media nacional (que es de $836.200 en el caso del ingreso promedio de los hogares y de $430.919 en el caso del sueldo de las personas), es menester que la educación que se brinda en los colegios y casas de estudios superiores sea de calidad, en el caso de los primeros estadios de enseñanza, y además pertinente, cuando ya se está hablando de la preparación para el mundo laboral.
Si no se corrigen a tiempo estos problemas, será muy poco probable que los sueldos de los trabajadores de la Región vayan experimentando una mejoría sustancial, y acelerada, que les permita nivelarse con lo que ocurre en el resto de Chile. Mientras tanto, habrá que continuar recibiendo este tipo de estudios demoledores.