China enfrenta obstáculos en su plan para fortalecer el consumo interno
Agencias
Los negocios deberían estar floreciendo para Zhao Guoping, un comerciante de Beijing, capital china, mientras los líderes de ese país asiático tratan de construir una sociedad de consumo para reemplazar un modelo económico desgastado basado en comercio e inversión.
Sin embargo, los problemas financieros de Zhao ponen de relieve los obstáculos que enfrenta ese ambicioso esfuerzo.
Presionado por mayores costos y escasas ventas para los clientes con presupuesto controlado, Zhao dice a la agencia AP que el ingreso de su tienda de barrio ha caído a la mitad a 50 mil yuanes (US$ 6 mil) al año.
"Los precios se están disparando. El ingreso de la gente apenas puede emparejarse", agrega Zhao, de 38 años.
"Necesidades diarias, sí, todavía tengo para comprarlas. Pero si no lo necesito en serio, entonces no", expresa el comerciante.
La renuencia de Zhao y sus clientes a abrir más sus billeteras es uno de la enorme cantidad de obstáculos que enfrentan los líderes comunistas mientras tratan de rebalancear la economía china y ya no depender sólo de la inversión.
En China, una enorme porción de la inversión proviene del Gobierno y está perdiendo su capacidad de impulsar el crecimiento.
Sin embargo, el Gobierno está en el filo de la navaja, ya que un cambio brusco en la economía podría tener consecuencias no sólo para China, sino también para la economía mundial.
La importancia de la economía china se puso en evidencia la semana pasada, cuando surgieron reportes que mostraban un descenso en la actividad fabril y esto causó alboroto en los mercados mundiales.
La combinación de un fuerte incremento en las exportaciones, un alza en el gasto en nuevas fábricas, autopistas y otros activos impulsaron la década pasada un crecimiento explosivo.
Eso ayudó a China a recuperarse rápidamente de la crisis mundial que comenzó en 2008.
Pero esto llegó con un aumento en el endeudamiento que, según los economistas y analistas de mercado, se parece al incremento de la deuda que hubo en otros países en desarrollo y que desembocaron en crisis financieras.
Mientras el cambio, también llegan potenciales obstáculos.
El gasto del consumidor representa sólo 35% del producto interno bruto (PIB), muy por debajo del 60% de la India, y ese porcentaje bajó el año pasado.
La reducción de las inversiones significará menor flujo de dinero a los salarios en construcción e industrias de materiales de construcción como acero y cemento.
"Es un camino muy estrecho por el que los encargados de las políticas deben llevar la economía", dijo a la Associated Press Mark Williams, economista para Asia de Capital Economics.
"El riesgo es que si el gasto en inversión se desacelera demasiado, entonces eso comienza a afectar el gasto del consumidor y se tiene una espiral descendente", agrega Williams.
Se prevé que el rango de crecimiento de este año será de 7% a 8%, bastante mayor que el de EE.UU. y Europa, pero menor a las cifras de dos dígitos que tuvo China la década pasada.
Ayer, un informe de la Asociación de Comercio Internacional de Corea (KITA) indicó que el comercio entre Corea del Norte y China (el único aliado comercial de Pyongyang) alcanzó un récord de US$ 6.450 millones en 2013, lo que supone un aumento del 10,4% respecto del año anterior.
Tras las últimas sanciones impuestas por la comunidad internacional al régimen comunista, las exportaciones norcoreanas a China aumentaron un 17, 2%, mientras que las importaciones desde el gigante asiático se incrementaron un 5,4%.
El déficit de Corea del Norte con su único aliado y socio comercial de importancia alcanzó durante pasado año US$ 721 millones, un 25% menos que en 2012, según el informe del asociación surcoreana.
Corea del Norte exportó principalmente minerales y vendió a China 1.370 millones de dólares en antracita, el principal ingreso para Pyongyang, así como 294,1 millones de mineral de hierro.
El régimen comunista depende completamente de China a la hora de conseguir petróleo y le compró el año pasado crudo por valor de 598,1 millones de dólares.
El aumento de las exportaciones norcoreanas a China es, según los especialistas, una señal de que Pyongyang está realizando esfuerzos por reactivar su comercio, con el fin de aliviara la prolongada crisis económica que vive desde los años 90.
Un sondeo publicado esta semana mostró que las condiciones comerciales para las manufacturas de China empeoraron en enero debido a una merma de la producción y los nuevos pedidos, señalando un débil inicio de 2014 para la segunda economía del mundo. El índice PMI, elaborado por HSBC/Markit, bajó a 49,5 en enero desde un 50,5 en diciembre, su primer deterioro en seis meses. La cifra estuvo en línea con la lectura de 49,6 reportada en la versión preliminar del PMI.