Las posibilidades de cierre del vertedero y el inicio de una instalación moderna y eficiente se ven lejanas.
Preocupantes son las declaraciones hechas por el concejal Ricardo Celis y el consejero electo Alejandro Mondaca en el sentido de los inconvenientes que habría para proceder al cronograma de cierre del vertedero Boyeco, uno de los dolores de cabeza de la capital regional.
En el papel, dicha instalación debería dejar de funcionar en 2016 y, por tanto, el plazo se acorta para encontrar soluciones mejores, más racionales y a largo plazo.
Más allá del vertedero propiamente tal y de la contaminación a las napas que estaría originando, en el sector hay otros actores en juego, como lo son la escuela del sector y el consultorio de salud, muy cercanos al lugar donde se están depositando las basuras, cerca de 500 toneladas diarias, que equivalen al doble de lo que se había presupuestado.
Hay un proceso de cierre en marcha, regulado por una resolución de calificación ambiental, la que indica cómo deben llevarse a cabo las labores para mitigar los efectos negativos que produce el recinto de depósito de residuos domiciliarios, pero considerando la falta de presupuesto, unos 1.200 millones de pesos, y esta acumulación extra de desechos, sumado a lo estrecho de los plazos, se pone en duda que Boyeco cierre sus puertas en 2016.
Es probable que los recursos faltantes sean conseguidos vía fondos que maneja el Gobierno Regional, pero queda claro que La Araucanía en general tiene una deuda concreta con el tema de la disposición de los residuos domiciliarios, toda vez que problemas similares se repiten en muchas de las comunas de Malleco y Cautín.
No ha habido avances visibles tanto para ubicar los sitios adecuados que permitan construir un megavertedero moderno con un tratamiento moderno de las basuras, como tampoco se ha sabido de los financiamientos pertinentes para su implementación.
El asunto se ha transformado en un verdadero cuello de botella, que debe ser solucionado con un esfuerzo integral de municipios y autoridades regionales.