Artesanos aprovechan ferias del verano para vivir el resto del año
Alojamiento, transporte, comida y fletes, son parte de los gastos que, cada año, realizan cientos de artesanos que recorren el país durante la temporada estival.
Dada la gran cantidad de ferias que se realizan en Chile, especialmente entre los meses de noviembre y marzo, esta época es ideal para las ventas, las que les otorgan un buen piso para seguir elaborando sus productos durante el año.
Tal es el caso de los artesanos que hasta el próximo lunes 24 de febrero se encuentran dando a conocer sus trabajos en la exposición Feriarte, ubicada en la Plaza Teodoro Schmidt y que cuenta con la participación de artistas chilenos y extranjeros.
Si bien hasta el momento la afluencia de público y ventas ha estado lenta, los artesanos esperan que la situación mejore durante esta semana, ya que además de comercializar sus productos, la idea de esta muestra es promover la cultura de diversos puntos del país y Latinoamérica.
"Temuco despierta después de la segunda semana, cuando ya estamos por irnos", cuenta Vladimir Díaz, de Chimbarongo, quien se dedica a la artesanía en mimbre.
Díaz, quien por tercer año consecutivo es parte de esta feria, señala que este año las ventas han estado lentas en comparación a versiones anteriores. "Salimos todos los años a exposiciones de mimbre. Son más de $500 mil en puro gasto", afirma.
Desde servilleteros hasta espaciosos juegos de living son parte de la oferta de este artesano, quien junto a su padre se dedica a este trabajo típico de la zona central del país, el que mezcla tradición con una constante innovación en el diseño de sus productos.
En relación a las ganancias veraniegas, Díaz confiesa que "es rentable, porque nosotros salimos para todos lados desde noviembre y hasta marzo. De ahí se empieza a trabajar, a elaborar muebles durante todo el invierno".
Uno de los invitados internacionales de Feriarte es Jesús Urbano, quien desde Perú trajo los denominados "retablos ayacuchanos", que consisten en retablos de madera pintados de diversos colores, los que en su interior contienen escenas de la vida cotidiana, mística y religiosa de la cultura latinoamericana.
Dada la peculiaridad de su arte, que se basa en la mezcla y trabajo manual de yeso con papa molida, los trabajos de Urbano han sido exportados a diversos puntos de América y Europa.
"Felizmente, en el Perú tenemos la artesanía como exportación. Trabajamos durante el año para vender a otros países, como Italia, Estados Unidos, España y México", cuenta este artesano, quien visita las exposiciones chilenas desde el año 1985, ya que "Chile es un buen mercado".
Calama, Concepción, Valdivia y Temuco, son parte de las ciudades que ha recorrido este verano este artesano. "Lo bueno es que en esta época los chilenos se programan y recorren su país en vacaciones, hay mucho movimiento, y nosotros somos parte de las atracciones", concluye.
La mayoría de los artesanos internacionales que son parte de Feriarte, antes de venir a Temuco estuvieron en la tradicional Feria Internacional de Arte Popular de Concepción, por lo que visitar La Araucanía se ha convertido en parte del circuito veraniego.
"Voy a la feria de Concepción y de ahí aprovecho de pasar a Temuco. Económicamente me salva bastante, pero acá cada año va mermando la venta. Espero que se arregle la próxima semana", cuenta Fabiola Urgiles, artesana ecuatoriana que trabaja con paja toquilla.
Por su parte, la boliviana Nelly Rivas, artesana en cerámica, agrega que "la gran importancia de estas ferias es intercambiar cultura".