SAG de Villarrica está en alerta por la presencia de visones en la zona
Hugo Soto
En alerta se encuentra el Servicio Agrícola y Ganadero de Villarrica ante la denuncia por parte de pequeños y medianos agricultores que acusan el ingreso a la zona de un pequeño pero voraz animal, capaz de moverse por tierra, árboles y sobre bajo el agua: el visón.
Este mamífero, si bien es más conocido por su piel sedosa -muy apreciada por los peleteros- ya es una plaga al sur de La Araucanía. Y es que el visón devora peces, aves, crustáceos y huevos, lo que ha hecho a las autoridades permitir su caza.
"Es un tema preocupante, el visón es un animal que ha sido declarado plaga y que tiene permitida su caza", apuntó el jefe de oficina del SAG Villarrica, Marco Zambrano.
El aumento de la población del visón en la zona lacustre es un hecho comprobado en los últimos meses, al punto que se ha registrado una captura en jaula dentro de los límites de la comuna de Villarrica.
Claudio Bragado, encargado de Recursos Naturales del SAG Villarrica, fue el encargado de recibir las denuncias de ataques de los visones en los predios de la zona lacustre.
"En nuestra oficina ya hemos recibido algunas denuncias, incluyendo la captura de uno de estos animales en una jaula trampa", apunta Marco Zambrano. "El llamado es a no confundirlo con otras especies como el quique, pues sólo el visón tiene permitida su caza. Como medida de prevención quizá sólo puede sugerirse a los dueños de aves de corral el reforzar las medidas de seguridad de sus gallineros".
Claudio Bragado, en tanto, cree que el visón lleva más de un año presente en La Araucanía.
"La verdad es que el visón en la zona lacustre está por todos lados, pero el ejemplar que capturamos se hallaba específicamente en la zona de Palguín", apunta el profesional. "Ahora, estamos seguros que el visón está también en otras parte de La Araucanía, pues hemos recibido información de que se le ha reconocido visualmente en la comuna de Victoria y en la zona del río Dónguil, en Gorbea".
El visón es un mamífero carnívoro de la familia de los mustélidos, semejante al quique o la nutria y que se alimenta de aves de corral y especies nativas. Su ataque nocturno a los gallineros y la sangrienta huella que deja tras los ataques ha tejido a su alrededor el mito del "chupacabras", ya que la mayoría de los afectados por lo general asocia estas depredaciones con animales de mayor tamaño.
El visón es de coloración oscura. Su hábitat es cerca de los riachuelos, y se mantiene donde existan gallineros o aves, aunque también se alimenta de peces pequeños y crustáceos. Su facilidad para desplazarse sobre y bajo el agua, así como por los troncos y ramas de los árboles le hace sumamente difícil de sorprender y más aún de capturar.
"Hasta ahora tenemos entendido que existen estudios sobre visones solamente en la Undécima Región, punto de Chile donde existe la tesis que se inició la plaga".
Cabe destacar que la teoría más recurrida al momento de analizar la llegada del visón a nuestro país señala que habrían sido traídos desde Europa hasta Argentina y desde allí hasta Aysén con fines peleteros, a mediados del siglo pasado.
Lo que en un principio parecía un buen negocio, terminó con ejemplares desechados y que rápidamente se habituaron a su nuevo hábitat. Con el paso de los años, fueron extendiéndose y ya a inicios del 2000 estaban presentes en ecosistemas valdivianos y osorninos, zonas que se caracterizan por su rica fauna y flora protegida.
"La situación es como para ponernos nerviosos", apunta Claudio Bragado. "Por lo pronto debemos capacitar a los agricultores para que tengan antecedentes de este animal, de forma que lo diferencien de especies protegidas como el quique, que se le asemeja bastante, y en segundo lugar para que tomen medidas de precaución, especialmente en lo que se refiere a los gallineros, uno de los puntos de atracción para estos mustélidos".