Profesional viene de Santiago a evaluar problemas que atrasan Av. Recabarren
Soledad Sandoval
Semáforos, señalética y anegamientos son los tres problemas detectados en la avenida Recabarren de Temuco y que tienen detenidas las obras a la espera de una solución que permita concluirlas y entregarlas de manera definitiva, sin necesidad de intervenciones posteriores, que impliquen montos adicionales.
Así se desprende de lo que señaló el secretario regional ministerial de Obras Públicas, Luis Roa Espinoza, quien hoy espera realizar una visita inspectiva junto a un profesional del nivel central, a objeto de mostrarle en terreno cuáles son los mejoramientos necesarios y que de hecho ya están debidamente detectados por la autoridad local.
Roa explicó que si bien este proyecto está en proceso de desarrollo, con un avance de aproximadamente un 88% a 90%, detectaron algunos problemas que requieren una pronta solución.
"Yo diría que son tres las dificultades importantes: la señalética vial, los semáforos y puntos de anegamiento", puntualizó Roa.
Explicó que la señalética actualmente instalada no es la definitiva y ha ido avanzando junto a proyecto. Obviamente no es la definitiva porque al parecer el proyecto se apuró para inaugurar. Ante eso creo que hay que hacer ajustes destinados a revertir algunas situaciones complejas que hemos detectado in situ y que no están funcionando del todo bien", señaló.
Respecto de los semáforos, criticados por los automovilistas por considerar que entorpecen el flujo vehicular en una vía que se anunció como rápida, el seremi dijo que efectivamente hay un problema de sincronización que debe solucionarse en conjunto con el Secretaría Regional Ministerial de Transporte y Telecomunicaciones.
"Hay que revisar el tema de semaforización, ver qué significa eso y cuantificarlo. Si tiene que sufrir otra modificación, eso significa recursos adicionales y por ende habría que evaluarlo", puntualizó, recordando que el proyecto en total significa una inversión cercana a los 8 mil millones de pesos.
El tercer punto detectado se relaciona con el anegamiento de un sector en calle Miguel Faraday, entre la avenida Manuel Recabarren y Milano. Aclaró eso sí que este problema no se produce directamente por el proyecto.
"Es un punto de anegamiento que seguramente se debe a que en su minuto no se desarrollaron las obras de evacuación de aguas lluvias", declaró.
Roa fue enfático al señalar que una obra de la envergadura de Manuel Recabarren debe necesariamente significar más beneficios que dificultades o externalidades negativas, por lo que trabajarán en todo lo que sea necesario sacando detalles que podrían traducirse en problemas.
Prefirió no hablar de fechas, porque cualquier modificación que hubiera que hacer requiere un plazo que él hoy desconoce. No obstante, sí comentó que la idea es que todo esté corregido antes que comiencen las clásicas lluvias invernales en la capital regional.
Julio César Campos, vecino de la Villa Italia, señaló que los vecinos aún tienen problemas con algunos cruces, por ejemplo, en el sector de Da Vinci. También criticó la presencia de escombros y lo poco seguro que son los cruces para los peatones y sobre todo para los adultos mayores.
Iris Anabalón, presidenta de la Junta de Vecinos Villa Irma, dijo que lo que más le preocupa es el tema de los anegamientos en algunos sectores, sobre todo cuando queda poco tiempo para el invierno.
Aseguró que recién cuando estén concluidas las obras podrán hacer una evaluación total, pero confían en que se corregirán esos detalles que por ahora son evidentes, como la acumulación de escombros y la definición de algunos paraderos de la locomoción colectiva.
Los usuarios de esta vía son algo críticos, sobre todo con la sincronización de los semáforos, pero al mismo tiempo reconocen que es necesario acostumbrarse a la avenida.
Por ahora, especialmente los conductores, esperan que el proyecto esté finiquitado para comenzar a conocer su señalización.