Que pare de 'improvisar' y que 'entregue una propuesta sistematizada' de la reforma educativa para la educación superior es la solicitud que hicieron los rectores de la Universidad de la Frontera, Sergio Bravo; y de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez, para el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre.
Esto luego de los dichos vertidos por el ministro, quien señaló que se cumpliría de manera eficiente con la gratuidad universal financiando solo cuatro años de estudio, sobre todo, en virtud de que Chile es un país de 20 mil dólares per cápita.
Dicha postura fue considerada por el Gobierno como un 'desacierto comunicacional' y criticada por los partidos políticos de manera transversal, provocando que el propio ministro Eyzaguirre, 24 horas después, saliera a aclarar sus palabras, haciendo alusión que se habían mezclado la gratuidad universal con la duración de las carreras.
El rector de la Universidad de La Frontera, Sergio Bravo, se restó de calificar las palabras de Eyzaguirre, ya que a su juicio, 'no conozco el contexto de la entrevista. Lo que sí uno sueña es con avanzar hacia un modelo de educación superior similar al de la Comunidad Económica Europea'.
Consultado respecto de la 'crisis' que según la Alianza vive la reforma educacional, Bravo descartó sumarse a dicha calificación y señaló que 'lo mejor es guardar silencio y dejar que el ministro haga el trabajo'.
Al respecto añadió que 'yo preferiría que el ministro entregue una propuesta más sistematizada y concreta para saber a dónde va todo esto, ya que si uno saca pedacitos de la torta, al final no sabemos qué tipo de torta es. Yo preferiría escuchar al ministro en el Consejo de Rectores que vamos a tener este jueves (mañana), ya que hasta ahora los detalles no los conocemos', argumenta Bravo.
Por su parte, el rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez, acota que a la luz de los últimos dichos del ministro 'uno de los aspectos que más me preocupa de la reforma educativa es la improvisación que ha tenido el ministro con sus anuncios. No es la primera vez que sale con un anuncio y al otro día se desdice. Esto hace perder seriedad y claridad respecto de lo que se pretende hacer', puntualiza.
Más allá de las críticas que ha recibido Eyzaguirre por colocarle límites a la gratuidad universal, Bórquez asegura que si no existen mecanismos de control en torno a la gratuidad se puede replicar en el país la situación que vive Argentina.
'Allá un estudiante entra a una carrera y si no le gustó se cambia a otra y a otra. El problema que reporta esto es que su tasa de titulación es de un 29% versus sobre el 50% que tenemos nosotros, no podemos caer en eso y tampoco creo que como país estemos en condiciones de despilfarrar los recursos que todos ponemos para educar a nuestra población', recalca Bórquez.
Bravo y Bórquez también advirtieron respecto de los alcances que implica el mezclar lo académico con lo económico en educación superior.
'Hay que separar los temas. La gratuidad tiene que ver con lo económico y la duración de las carreras con la calidad de la formación profesional: el mezclarlos produce problemas', precisa.
Si bien Bravo concuerda en que es necesaria una modernización de las mallas curriculares en Chile, también acota que no todas se pueden acortar, ya que 'no es lo mismo formar un alumno de 500 puntos con uno de 700 puntos', haciendo alusión directa al déficit formativo que existe hoy en la enseñanza básica y media.
Bórquez, quien también comparte la necesidad de acortar la duración de las carreras, indica que 'mezclarlo como lo planteó el ministro genera confusión. No es algo que se pueda hacer por decreto, ya que se debe evaluar a nivel nacional el tipo de estudiante que recibe cada universidad'.
Al referirse el ministro Eyzaguirre al financiamiento de las universidades precisó que los aportes basales deben ser 'contingentes a la índole y productividad de sus comunidades académicas', fuera de ello corroboró el 'nuevo trato' que existirá entre el Estado y sus universidades.
De ello, entre el rector de la Ufro, Sergio Bravo, cuya institución de educación superior es parte del Consorcio de Universidades Estatales de Chile (Cuech) y el rector de la UCT, Aliro Bórquez, cuya casa de estudio pertenece al grupo de las denominadas G9, es decir, tradicionales no estatales, existen diferencias insalvables.
De este modo, mientras el rector de la Ufro confiesa que está 'expectante con los anuncios del nuevo trato que tendrá el Estado con sus universidades', Bórquez admite que 'no están de acuerdo con esta solicitud de trato preferencial' y explica que 'es el Estado de Chile tiene la gran oportunidad de solucionar la inequidad territorial que existe en la educación superior'.
Asimismo, Bravo explica que la expectación que sienten como universidades estatales responde a la posibilidad de dejar de operar en un mercado abierto con normas públicas. 'El Estado tiene el legítimo derecho de indicarnos qué hacer por el bien de la Nación y estamos esperando sentarnos para definir un marco económico que permita que esto se produzca'.
La expectación que menciona Bravo es considerada discriminatoria por Bórquez. 'No estamos de acuerdo con el trato preferencial, ya que nosotros también estamos haciendo un esfuerzo y un servicio al país al educar a los jóvenes de esta Región y realizar investigación pertinente al territorio'.
'Preferiría que el ministro entregue una propuesta más sistematizada y concreta para saber a dónde va todo esto'.
'Una de las cosas que más me preocupa de la reforma es la improvisación que ha tenido el ministro con sus anuncios'.