Recabarren: el calvario de los vecinos y conductores
labores. Acusan exceso de señalética en la vía y piden mayor fiscalización para controlar las altas velocidades a las que transitan los conductores durante las 24 horas del día. El seremi del MOP, en tanto, precisó que hay 'dificultades', pero aseguró que se está trabajando para 'mejorar los estándares' de las obras.
La trágica muerte del ex profesor normalista Andrés Avelino Acuña Cuevas (79), el pasado martes en la intersección de la Avenida Recabarren con Avenida Italia, donde fue embestido por un camión, hizo que los vecinos del sector alzaran la voz para pedir más seguridad en la polémica vía.
La indignación de los residentes se debe a que ellos consideran que las obras fueron mal concebidas. A su juicio, los trabajos que en la actualidad lleva a cabo la empresa CIAL Ltda., propiedad de Alejandro Becker y que tuvieron un costo de 8 mil millones de pesos, deberían ser revisados en conjunto con los propietarios del sector para que este tipo de hechos y otros que acusan, no se vuelvan a repetir.
Una de las principales quejas que tienen los vecinos del sector es que los trabajos en la vía, que supuestamente permitirán un mejor y más rápido desplazamiento de las personas hacia el sector céntrico de la ciudad, ha traído consigo, un incremento en los accidentes viales.
Raúl Gaete vive junto a su familia hace 8 años en la esquina de la calle Mantúa con Avenida Recabarren. Tiene un negocio - Supermercado Axel - y gracias al paso vehicular por la caletera, ha sufrido una serie de dificultades.
La más grave dice, se produce al momento de que algún cliente o proveedor llega hasta su local. Sencillamente no se pueden estacionar, debido a que el alto flujo y velocidad a la que transitan los conductores obligan a que los anteriormente mencionados se deban ubicar en calle Mantúa, donde también hay prohibición para estacionarse.
Gaete cree que 'esta cuestión parece que se diseñó en Santiago y no vieron la realidad de acá', agregando que 'hay letreros que son ridículos, no se justifican porque no hay gran tránsito', en clara alusión a los vehículos que se deben estacionar fuera de la caletera.
Isabel Candia es otra vecina del sector. A su juicio uno de los principales problemas que ha traído la obra es 'la velocidad a la que transitan los vehículos'.
La misma fuente explica que en el sector circulan estudiantes que se dirigen hasta el Liceo Comercial del Desarrollo, los que por ahorrase tiempo, saltan las barreras de seguridad de la vía, lo que ha provocado accidentes por alcance.
Ambos comparten el pensamiento de que el principal problema en esa intersección radica en el exceso de señalética y el no funcionamiento de los semáforos que se encuentran instalados.
'Hay muchas señaléticas que están demás. Confunden a las personas, incluso a los peatones y eso es algo que deben solucionar porque si no van a seguir ocurriendo accidentes', dijo Raúl Gaete.
Nixon Zúñiga, compró junto a su familia una casa en la Villa Recabarren. Su vivienda está próxima a la calle Los Pioneros y dice que los accidentes, por muy menores que sean, 'son pan de cada día'.
Zúñiga explica que el otro problema es que la locomoción colectiva transita por gran parte de la caletera, y eso ha ocasionado aglomeraciones y competencias.
'La misma locomoción colectiva se choca entre ella, a veces porque los mismos peatones cruzan en cualquier parte y se producen colisiones', dijo.
La velocidad también es otro punto que resalta como 'dramático'. Según Zúñiga, tanto en las mañanas como en las tardes, los automovilistas transitan a exceso de velocidad, causando gran peligro.
'Las personas por llegar rápido a sus trabajos o para volver, lo hacen muy fuerte. Yo una vez grabé a un bus que iba a 90 kilómetros por hora, cuando esta zona es para transitar a 60 kilómetros', se queja.
El ingeniero en tránsito Carlos Rojas, es claro en decir que las señaléticas del tramo son claras y no deberían provocar confusiones entre los automovilistas y peatones. Agrega que en la ruta existen ciertas falencias que pueden ser mejoradas.
Rojas, que también es consejero nacional del Colegio de Ingenieros de Chile, precisa que en el caso concreto del accidente lo que pudo ocurrir fue que 'a nosotros como conductores nos invaden con tantas señales, y eso pierde la efectividad y el conductor se aburre de tanta señal', explicó.
Rojas precisó que 'la empresa cumple el mandato que le da un inspector fiscal, aquí las empresas constructoras no ponen señales porque ellas quieren colocarlas y en este caso es el MOP el que aprueba y dispone, en términos legales es así'.
En ese sentido dice, 'las señales están normadas, hay un manual de señales transitorias', afirmando que deben ser los conductores y peatones quienes las cumplan al pie de la letra.
Otro hecho detectado por Rojas fue el relacionado al cruce de los peatones. Según el ingeniero 'hay algunos cruces que no están del todo claros y eso puede confundir'.
La no operatividad de los semáforos afirma, es algo que debe ser explicado por las autoridades, pero asegura que si estuviesen en funcionamiento 'aliviarían el mejor flujo'.
Sobre las velocidades máximas permitidas en los dos tramos de las caleteras, de 30 y 60 kilómetros respectivamente, aseveró que 'aquí no se estaba conduciendo a la velocidad razonable y prudente'.
En el MOP son conscientes de que la obra genera dificultades. Por lo mismo, el seremi regional de la cartera, Emilio Roa, se refirió a la obra cuestionada por los habitantes de la Avenida Recabarren.
Roa fue breve pero específico en aseverar que 'todo este tipo de obras generan mucha dificultad en la parte urbana, sin embargo, en ese punto efectivamente tiene la señalética del signo Pare, por lo tanto yo espero las conclusiones de la Siat', dijo.
En esa misma línea, Roa expresó que 'hoy día hay dificultades y estamos tomando los resguardos y sosteniendo reuniones con la empresa y las inspectorías fiscales'.
Al ser consultado por cuáles son esas dificultades, el seremi de Obras Públicas precisó que 'por tratarse de una vía expresa y dos vías laterales o caleteras, hoy día no tenemos la cultura de conocer cómo ingresas desde la caletera a la vía expresa y ahí tenemos un proceso de aprendizaje o conocimiento, por tratarse de una obra nueva', concluyó.
En paralelo a los problemas que dicen tener los vecinos con las obras de la Avenida Recabarren, la justicia se encuentra trabajando para esclarecer de quién es la culpa en el accidente que le costó la vida al profesor normalista Andrés Avelino Acuña Cuevas 79), hecho ocurrido el pasado martes 29 de julio a eso de las 10 horas.
La investigación del caso la lleva el fiscal Ricardo Gutiérrez, quien según pudo conocer este medio, ya le solicitó al MOP y a la Seremi de Transportes, las observaciones realizadas por la Unidad Operativa de Control de Tránsito, donde el pasado 24 de julio informó a la empresa encargada de las obras CIAL Ltda.
Al ser consultado por dicho hecho, y los cuestionamientos de los vecinos, el seremi de Obras Públicas, Emilio Roa, dijo que 'jamás nosotros como ministerio vamos a tener temores respecto de eso, para eso está la Fiscalía y ella determina las eventuales responsabilidades de quienes corresponda', puntualizó.
'Por tratarse de una vía expresa y dos vías laterales, hoy día no tenemos la cultura de conocer cómo ingresas desde la caletera a la vía expresa y ahí tenemos un proceso aprendizaje por tratarse de una obra nueva'.
'Yo una vez grabé a un bus que iba a 90 kilómetros por hora, cuando esta zona es para 60 kilómetros'.
'Esta cuestión parece que se diseñó en Santiago y no vieron la realidad de acá'.
'Los ruidos han aumentado considerablemente y eso es una contaminación acústica grave acá'
'(La Fiscalía) Ellos determinarán las eventuales responsabilidades de quienes corresponda'.