Esta es una obra que está plagada de fantasmas, dice Óscar Salinas Santelices, director del Laboratorio Teatral de la Universidad de La Frontera. Esa es la frase más acotada que puede usar para explicar de qué se trata 'Casa de Máquinas', el más reciente trabajo de creación de esta compañía, que llegará a las tablas de Temuco el 22 de septiembre para poner en escena una historia que apela, a todas luces, a la memoria local y nacional.
La obra en cuestión es un proyecto creativo financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través del Fondart 2014, que consiste en una investigación cuyo resultado llegará a cartelera luego de un proceso del cual surge la dramaturgia, el diseño, la puesta en escena y las actuaciones, una propuesta teatral original que podrá ser vista en vivo y en directo desde el 22 al 29 de septiembre, en funciones al alero del Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda de Temuco, dirigidas especialmente a estudiantes (vía contacto de delegaciones y confirmación previa).
Así lo explica el director del Laboratorio Teatral de la Ufro, quien recuerda que algunos días habrá hasta tres funciones y la semana rematará el sábado con una función privada para ex ferroviarios y familiares.
'Casa de Máquinas' acude a dos hechos históricos centrales que tienen que ver con la historia del tren en la Región y el país: la inauguración de la primera estación de Temuco en 1892 y la construcción y puesta en marcha de la Casa de Máquinas el año 1943.
'Aquí hay un fuerte trabajo de investigación que aborda la memoria local (...) La gracia es que esta obra permite que personajes de ambos tiempos se encuentren. ¿Cómo ocurre esto? A través de la aparición de los fantasmas de los fundadores (...) Porque esta obra está plagada de fantasmas, apariciones que van alterando a los vivos al tratar de comunicarles los secretos del pasado. De esta manera va apareciendo una película de la historia absolutamente desconocida', comenta Salinas.
Entre los hechos desconocidos a los que hace referencia esta obra destaca un mundo de relaciones diplomáticas, comerciales y de impacto comunicacional que condicionan el desarrollo de Ferrocarriles de Chile. Entre ellos es el pacto secreto entre Chile y Alemania para la modernización de la flota de trenes que sellaron al borde de la Segunda Guerra Mundial y que se mantuvo oculto porque para entonces Chile mantenía relaciones comerciales principalmente con Estados Unidos.
La puesta en escena de este drama teatral multimedial implica una dramaturgia colectiva, la dirección de Óscar Salinas; el diseño de Gianina Olivari; la edición de video de Daniela Sanhueza; la escenografía de Viviana Vallejos y un trabajo de diseño de sonido e iluminación, y la participación de cuatro actores.