El pasado martes 19 de agosto la Sociedad de Fomento Agrícola (Sofo) precisó que desde 1999 a la fecha, siete personas han muerto en marco del conflicto mapuche. En ese listado no estaba incluido el homicidio contra Mariano Guzmán Rojas (67) ocurrido el 14 de junio del 2014, hecho totalmente inexplicable para su familia.
Según Susana Tapia, hijastra del fallecido oriundo de la localidad de Peumo, y vocera de la familia Guzmán Rojas, la exclusión de su padre en el listado es algo totalmente fuera de toda lógica.
'Nos sentimos súper mal, porque esto fue un atentado mapuche. No robaron nada y escaparon por el bosque, yo creo que pensaron que Mariano trabajaba en el fundo (Santa Inés)', dice Tapia.
La incredulidad de la hija de la pareja por más de cuarenta años del parcelero, se fundamenta en su convicción total de que la muerte de su padrastro tiene una conexión con el conflicto, dando argumentos en el actuar de algunos comuneros en los ataques perpetrados.
'¿Quién se ensaña con una persona dándole ocho disparos a quema ropa? ¿Quiénes queman vehículos? ¿Quiénes actúan encapuchados? Los mapuches', enfatiza la mujer, quien rechaza la explicación que le dieron para no incluir el caso de Guzmán Rojas en el llamado 'conflicto indígena', afirmándole que esto se debía a que en el lugar no había panfletos alusivos a la causa.
'Dicen que como no encontraron panfletos, no estaba dentro de la causa. Pero yo creo que ellos no alcanzaron a dejarlos porque jamás pensaron que se iban a encontrar con los carabineros', sostuvo la hijastra.
La misma fuente agrega que el hecho que en los medios de prensa se haya señalado que los efectivos de carabineros que patrullaban el camino Las Lilas del sector Toquihue, aseguraron ver una silueta de una persona, que corría encapuchada, sin poder precisar si se trataba de un hombre o una mujer, es razón suficiente para pensar que el acribillamiento en contra de Guzmán debe ser catalogado como un crimen de connotación indígena.
Tapia por último señala pedir que los derechos humanos sean aplicados para todas las personas.
'¿Qué pasa con los derechos de nosotros?' se pregunta, esperando que el caso pueda ser resuelto por la justicia y así poder amortiguar en algo el dolor que los aqueja.
Los datos entregados ayer en exclusiva por El Austral, relacionados con el robo de armas a Carabineros de servicio y que podrían haber sido ocupadas en el crimen del parcelero la noche del 14 de junio, donde fueron hallados casquillos correspondientes al calibre 38, causaron que ambas policías decidieran guardar silencio frente al tema.
En la edición de ayer se detalló el robo del armamento Taurus calibre 38 a un funcionario de Carabineros ocurrido el 31 de diciembre de 2013 en medio de un ataque incendiario contra un helicóptero de la empresa FAASA, en Angol. El segundo robo ocurrió la noche del domingo 9 de marzo de 2014, en plena celebración de la Virgen de Lourdes en Ercilla, donde tres hombres atacaron a Carabineros robándole un arma marca Taurus calibre 38 al sargento segundo Hugo Lillo Núñez.
Este medio intentó saber el avance de las investigaciones, lideradas por la Fiscalía de Alta Complejidad (Fiac), pero tanto la PDI como Carabineros no quisieron responder las consultas preparadas.
Eso sí, fuentes ligadas al caso sostuvieron que aún restan diligencias por realizar, peritajes que se encuentran en desarrollo y que buscan dar con más pistas de lo ocurrido en el sector Toquihue, de Victoria.
14 de junio