La doctora Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992, valoró la existencia del Convenio 169 de la OIT, aunque precisó que 'no es una ciencia exacta, porque no lo hicimos nosotros los pueblos indígenas'.
Si bien, la líder indígena guatemalteca, miembro del grupo maya Quiché, consideró que el Convenio 169 de la OIT es mejor que el convenio anterior (convención 107 adoptada en 1957), ya que éste 'permitía genocidio y etnocidio, ahora al menos está reformulado y por eso es importante que se aplique, aunque es claro que no contiene todo lo que desean los pueblos indígenas, más bien habla de lo que los gobiernos querían limitar para los pueblos indígenas'.
Dichas declaraciones las realizó Menchú ayer en la Universidad de La Frontera, en calidad de invitada especial para inaugurar el V Congreso Internacional de Lenguas y Literaturas Indoamericanas y las XVI Jornadas de Lengua y Literatura Mapuche de la casa de estudios, iniciativa que es organizada por el Departamento de Lenguas, Literatura y Comunicación.
Menchú, quien además es Embajadora de la Buena Voluntad de la Unesco y ganadora del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, consignó que a pesar de que el Convenio 169 no es instrumento ideal, 'es muy importante que los pueblos indígenas hagan uso de otros instrumentos que existen para poder solucionar sus problemas'.
Se refiere puntualmente a la utilización de La Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y de las propias constituciones de los países.
Además de estos instrumentos que considera muy valiosos, Menchú aconsejó utilizar, en el marco del conflicto mapuche, tratados de paz.
'En Guatemala tenemos un tratado de paz respecto de la identidad y derechos de los pueblos indígenas que resultó muy bueno, a nosotros nos ayudó a salir adelante, por eso creo que cualquier instrumento que ayude a avanzar y no a estancarnos sirve', precisó la dirigente.
Al ser consultada respecto de por qué el tema indígena todavía no tiene una solución en América, independiente de los gobiernos de turno, la líder reconoció el hecho de que 'esto es porque todavía hay muy poca voluntad política de los gobiernos, inclusive, los que pensamos que son progresistas, ya que si lo fueran en verdad habría una automática dignificación de la historia y reconocimiento de los pueblos indígenas'.
Añadió que la situación indígena es muy variada y depende de cada país, sin embargo, dada su experiencia en las culturas ancestrales, 'si uno analiza las situaciones locales y mide los avances y problemas, éstos siempre se pueden solucionar a través del diálogo, un reencuentro y un reenfoque de la política pública'.
Para Rigoberta, 'la paz no es otra cosa que una madurez política', por lo mismo, al ser consultada, si en el marco del conflicto mapuche en la Región, a los líderes políticos del país les falta madurez para sortear las vicisitudes y conseguir la paz, ella con mucha cautela afirmó que 'no se puede juzgar a nadie hasta no ver el enfoque de un programa'.
Eso sí, aclaró que cuando habla de madurez política 'me refiero a que cada dirigente tiene en sus manos la posibilidad de tomar una decisión correcta, muchas veces la división entre un grupo étnico y otro tiene que ver con sus líderes y a veces nos equivocamos o radicalizamos la situación. En todo caso, ser dirigente indígena es una gran responsabilidad'.
En su opinión, dicha responsabilidad también debe ser asumida por la población en general y por cierto las autoridades tienen una mayor responsabilidad, porque administran los bienes del pueblo'.
Rigoberta Menchú inauguró ayer en el Aula Magna de la Ufro el V Congreso Internacional de Lenguas y Literaturas Indoamericanas y XVI Jornadas de Lengua y Literatura Mapuche de la Ufro con la conferencia magistral 'La paz es hija de la convivencia, de la educación y del diálogo. El respeto a las culturas milenarias del presente'.
En la oportunidad, explicó que las civilizaciones ancestrales tienen una huella profunda en América y en todos los países del planeta, la cual se basa en el calendario maya.
Mario Bernales, presidente de la comisión organizadora del congreso precisó que la actividad que culmina el viernes convoca a investigadores y profesores universitarios, quienes expondrán los resultados de sus investigaciones. Además contempla la participación de invitados especiales.
Por su parte, el rector de la Ufro, Sergio Bravo, dijo que 'con estas actividades lo que hacemos es ir subiendo un peldaño tras otro detrás de la excelencia académica, aunque el mérito es de los organizadores', puntualizó.