Empleo femenino regional
La Región ha tenido en general un buen avance en los últimos cuatro años en materia de mercado laboral de la mujer, especialmente desde 2013 a la fecha, reduciendo las tasas de desocupación femenina de manera importante. Para los años 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014 (enero a septiembre) el desempleo femenino anual promedio en la región ha sido de 11,4%; 10,9%; 10,4%; 8,8% y 6,9% respectivamente. La reducción en las tasas de desocupación de la mujer en la Región si bien es una buena noticia que marca una favorable tendencia, aún entrega desafíos importantes para seguir y acelerar la marcha en dicha dirección, dado que a nivel país, La Araucanía aún se encuentra entre las regiones con mayores índices de desempleo en el género femenino. Para 2013 por ejemplo, la desocupación de la mujer en el país promedió un 7,0% , mientras que en la región fue de un 8,8%.
Pero además de la tasa de desempleo, también es importante el nivel de participación que tiene la mujer en el mercado laboral, es decir, del total de mujeres en edad de trabajar cuantas están participando efectivamente en el mundo del trabajo, ya sea como ocupadas o buscando un empleo. Y en ese sentido, la participación laboral de la mujer en La Araucanía también ha tenido una evolución positiva en los últimos años. Para 2010, la tasa de participación laboral femenina en la Región se encontraba apenas en torno al 42%. Cifra que sube gradual pero sostenidamente con el correr de los años, y ya en 2013 dicha participación llega al 47%, y en lo que va de 2014 promedia un 49%. Esto significa un importante avance que ha permitido que la participación laboral femenina regional haya alcanzado las cifras promedio del país en este contexto.
Una mayor participación de la mujer es un hecho importante, ya que implica que se han generado mejores condiciones e incentivos para que la mujer entre al mundo laboral, significa que paulatinamente las mujeres se están incorporando laboralmente, contribuyendo a acortar las brechas de años atrás en relación a la participación laboral masculina. Y esto es particularmente relevante en nuestra región con indicadores elevados de pobreza.
Claro está que se ha avanzado en estas materias, pero también es evidente que el país y la Región deben seguir sumando esfuerzos que permitan seguir aumentando la participación de la mujer en el mercado del trabajo, ya que a nivel internacional y de países desarrollados, la participación laboral femenina chilena aún es baja.