El Inta dio a conocer un estudio sobre la alimentación entregada por Junaeb en las escuelas, programa alimentario que atiende cerca de 400 mil escolares. En un 50% de los casos, el desayuno aporta 250 calorías cuando debe ser hasta 200, y el almuerzo entrega 450 cuando no tendría que sobrepasar las 400. En tanto, la aceptación de las ensaladas es menor al 20%. Y además, demostró que la mitad de los escolares toma doble desayuno (hogar y colegio).

Estas cifras son preocupantes, pues un 50% de los escolares presenta sobrepeso y obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles que llevan finalmente a enfermedades cardiovasculares y a una muerte precoz.

Pese a las estrictas planificaciones realizadas para las empresas concesionadas, lo que se planea en teoría no necesariamente es lo que se entrega a los escolares en la práctica. Que se entregue más de 500 calorías es un aporte extra de un tercio de las necesarias para un escolar, incrementando la ganancia de peso. Esto refleja una escasa preocupación por las autoridades pertinentes, que no han visualizado esta problemática.

Es necesario que nutricionistas estén involucrados, ya que están capacitados en alimentación institucional y en educación alimentaria y nutricional, y pueden supervisar desde la recepción de los alimentos hasta el control de ingesta de los escolares.

Si aumentamos la supervisión en todo el proceso productivo de la alimentación, en lo que respecta a aportes, inocuidad y control de ingesta, y además se implementa la educación alimentaria y nutricional desde la educación básica, seríamos capaces de revertir las cifras y el oscuro panorama a futuro en gasto de salud por el incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles producidas por malos hábitos de alimentación.

académico de

Antes incluso que los agricultores de Malleco revelaran en una reunión con la gobernadora provincial el alarmante aumento del abigeato en los últimos años, el Ministerio Público ya había designado en el mes de septiembre a un fiscal preferente para investigar los cuantiosos robos de ganado que se han venido sucediendo en las zonas rurales, y que según estimaciones de Sociedad de Fomento Agrícola de la Región (Sofo) han arrojado pérdidas, sólo en el primer semestre de este año, por 633 millones de pesos. La decisión de la Fiscalía Regional dio cuenta así de la preocupación que hay sobre este delito que ha alcanzado niveles más que inquietantes, y que para gran parte de los agricultores tiene como objetivo el financiamiento de actividades ilícitas por parte de los grupos radicales responsables del clima de inseguridad que se vive en la zona.

El fiscal preferente se está haciendo cargo de los abigeatos de alta connotación social, y que este año han llegado a rangos escandalosos por su volumen en al menos tres situaciones. La primera se produjo el 20 de mayo en un fundo ubicado en el camino entre Victoria y Traiguén, donde se sustrajeron 219 cabezas de ganado. El segundo se registró en agosto en otro predio de Victoria, con la pérdida de 57 animales; y el tercero en un fundo de Traiguén, con el robo de 200 cabezas de ganado.

La inquietud de los agricultores pasa, entonces, por el alto nivel de preparación que han demostrado tener las bandas responsables de este tipo de abigeato, muy distinto al que tradicionalmente ha asolado a las zonas rurales, con volúmenes inferiores y sin más motivaciones aparentes que la mera apropiación de lo ajeno para fines personales. Lo que hay ahora en Malleco es una organización criminal que es capaz de robar, ocultar y comercializar más de 200 animales de una vez, con propósitos que de acuerdo a los primeros antecedentes, giran hacia el financiamiento de actividades ilícitas aún más perniciosas para la convivencia social.

El Ministerio Público ha iniciado así una investigación del máximo interés para la Región que ojalá arroje luces y desbarate este delito que va en alza.