Crónicas de La Araucanía
Se requiere de acciones extraordinarias para salir de los antiguos odios larvados en cinco siglos. Y tales acciones hallo en el libro "Crónicas de La Araucanía", de Bernardo Olguín y Joaquín Leiva, quienes han logrado un gran aporte cívico para el ámbito educacional. Ellos iluminan nuestra historia, evitando acentuar "que los malos son los otros". Por el contrario, suman talento para espigar entre los mitos y atenerse a documentos, sin caer en las urgencias del corto plazo, ni confundiendo la próxima elección con la próxima generación.
El lenguaje empleado por los autores es mesurado y no deja nada sin revisar desde el "Choque de dos mundos", iniciado en 1492, hasta la ocupación total de La Araucanía en 1883. Su atinada síntesis, que es riqueza de la crónica, convierte este libro en un texto inicial no sólo para los futuros profesores de historia regional, sino para ciudadanos de hoy que deben contribuir para hacer finalmente efectiva la Pacificación de La Araucanía. El prólogo no pudo ser mejor encargado que al destacado Kimche -investigador e historiador mapuche- Juan Ñanculef Huaiquinao. Del mismo modo, valorizan este trabajo el Dr. Jorge Pinto, Premio Nacional de Historia; y Marco Antonio Pinto, periodista y ex Director de El Austral, miembro de la Academia Chilena de la Lengua.
En cortos capítulos y con gran cantidad de ilustraciones, esta fina obra impresa corre el riesgo -por su volumen y reducido tiraje- de ser leída por muy pocas personas. Se pierde así el tremendo potencial docente que tanto se necesita para comprender la complejidad del conflicto mapuche. Especulamos que una acción conjunta de universidades más entidades productivas y no gubernamentales, que a menudo toman distancia por comodidad, podrían consolidar el milagro pendiente de aproximar este texto a profesores y estudiantes. De otro modo, este esfuerzo inicial de los autores, Gobierno Regional y Corporación Cultural de Temuco no cubrirá las urgentes necesidades de La Araucanía. Tal vez la publicación semanal por medios digitales, que son tan bien recibidos por la gente joven, sea una posibilidad concreta.
Benjamín Vogel Mast