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Annelore Baumann no pasó desapercibida por el programa de Canal 13 Master Chef. Las constantes disputas con las otras concursantes, el éxito de sus platos o bien su forma de ser mucho más alemana, son algunos de los recuerdos que quedarán de ella y de su paso por el reality que la marcaron en estos meses.
Ahora ya en Temuco repasa su experiencia y si bien asegura que no volvería, explicó que ella jamás tuvo problemas con la abuelita Eliana, pero que sí fue víctima de insultos y malos tratos que gatillaron su salida. Eso sí, dice que recomendaría participar en un reality.
- El recibimiento de la gente ha sido fantástico, alucinante, de muy buena onda; ellos percibieron que nunca me enrollé en peleas ni discusiones, sólo fui a cocinar y demostrar lo que me gustaba hacer. En el fondo la gente me quiere, a pesar que siempre me mostraron muy tiesa, muy fría, pero traté de ser súper correcta con mis compañeros y fue una experiencia increíble.
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- Mira yo todavía no asumo mucho, además tuve que enfrentar muchas cosas que me dieron muchos nervios, al final no sé si la pasé bien o mal, sí que fue increíble y una experiencia impresionante.
- Yo no lo repetiría, sí lo recomendaría.
- El programa puede hacer con la edición lo que estime conveniente, y sé quién es Annelore y sé qué hacer y cocinar, y con eso me quedo feliz; más aún cuando abriré un delivery en calle San Martín donde los temuquenses verán si es verdad que cocino bien o si soy alegre o cuadrada.
- La verdad es que yo me sentí muy mal, tuve episodios de epilepsias bastante seguidos y físicamente ya no daba más, entonces de alguna forma mi cuerpo no me acompañaba y la mente tampoco, por un tema de salud la estaba pasando muy mal y eso la gente lo notó. Además hubo algunos roces con tres de las concursantes que me hicieron hartas cosas y eso me afectó. Estaba fuera de mi casa y eso me empezó a pasar la cuenta y mi nutrición vital me estaba faltando.
- No tanto así porque no había comunicación con ellas, pero cuando la Karla declara que tengo un pacto con el diablo y con Hitler para mí fue casi para aplicar la Ley Zamudio, y fue muy fuerte, si yo quisiera hacer algo (…) la verdad de las cosas no consideré que fue bueno ni sano para la sociedad, imagínate que habría alguien con otra tendencia política no sé qué pasaría.
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- No, fue un tema de edición. Cuando estábamos haciendo lo de los burritos lo que hice fue decirle a la señora Eliana que me estaba quitando clientes y la abracé y la saludé diciéndole que la quería bien lejitos del carro, pero no fue mala onda, ellos ponen lo que ellos quieren, porque de alguna forma Canal 13 quiere vender algo y defiende mucho a la señora Eliana.
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- Pero si incluso detrás de cámara hablábamos todo el rato, conversábamos de las enfermedades, la ayudaba a maquillar. Las personas que estaban más con la Eliana eran Ignacio y yo. El resto la sacaban para pura publicidad.
- Sí. La señora Eliana tiene una energía muy grande y me recuerda a mi abuela que también tenía esta energía, pero insisto, yo jamás tuve una mala onda con la señora Eliana, ni ella conmigo y fuimos muy amigas detrás de las cámaras.
- Mi vida está hecha en Temuco, yo volví porque es una ciudad sana y que me permite hacer todo. Es una ciudad pequeña que tiene de todo y me encanta.