Buen trato a los turistas
No sólo en los emprendimientos privados de distinta magnitud ni en la inversión pública descansa el éxito de la industria del turismo para los territorios. Un peldaño fundamental para el desarrollo de esta actividad económica que se ha ido asentando progresivamente en La Araucanía es el compromiso de los "ciudadanos de a pie", que quizás sin estar involucrados directamente con los beneficios del turismo, asumen que el impulso del sector redundará finalmente en una prosperidad sustentable para su comuna.
Así lo ha entendido la Municipalidad de Villarrica, que durante la semana presentó una serie de recomendaciones para que los habitantes de la comuna la tengan en consideración para cuando comience a llegar la avalancha de visitantes del verano. Esta especie de decálogo para atender correctamente al turista abarca desde el conocimiento que debe tener la población local sobre los atractivos de la zona lacustre hasta la promoción de los servicios disponibles en Villarrica, pasando lógicamente por el factor esencial, que es el buen trato a los visitantes.
Esta sistematización implementada por el municipio villarricense debiese animar también a las restantes administraciones comunales de la Región para recogerla o bien preparar otras que tengan el mismo propósito de involucrar a la ciudadanía en la atención de calidad a los visitantes.
El turismo ha ido creciendo a pasos agigantados en los últimos años y el Gobierno Regional incluso lo ha incluido en las áreas prioritarias de inversión pública para el próximo año, con el fin de que a través del mejoramiento de la red caminera, provisión de agua potable, programas de capacitación laboral e impulso al emprendimiento en este sector, entre otros, se termine por generar un círculo virtuoso que ayudará a La Araucanía a sustentar en el largo plazo esta actividad económica. Por ello es que resulta tan relevante incluir a las personas en esta ruta turística que quiere consolidar la Región, entendiendo que es desde el primer contacto con el visitante cuando se comienza a tejer el balance que se llevará a su ciudad de origen y que luego replicará con sus más cercanos.