Hugo Bravo acusa amenazas e irregularidades en sueldos en juicio laboral contra Penta
Defensa. El abogado del holding, Álvaro Pizarro, negó que el ex gerente haya sido despedido injustificadamente.
Sin la presencia de los controladores del grupo Penta, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, el ex gerente de la compañía Hugo Bravo declaró ayer en el juicio por la demanda laboral que interpuso en contra del holding, con la que pide una una indemnización de $2.300 millones.
Bravo detalló varios episodios de su relación laboral con la compañía, como también sobre el sueldo que recibía y que no estaba claramente especificado en su contrato. Según su declaración, esto obedecía a una forma de rebajar impuestos.
"Mensualmente yo recibía $36 millones bruto, el que se iba reajustando trimestralmente por el IPC o desempeño en ciertas ocasiones", dijo Bravo, quien afirmó que "Penta como que enmascaraba las remuneraciones, eran secretas, nadie sabía, se pagaba una parte por boleta, otra por factura, otra por dieta".
Detalló que el monto real de su remuneración "no estaba en mi contrato de trabajo, pero sí estaba en la planilla que preparaba Manuel Antonio Tocornal con las remuneraciones totales de cada uno de los ejecutivos de primera línea", lo que correspondía a una decisión de Lavín y Délano, quienes incluso lo motivaron a crear otras sociedad para recibir más recursos a través de éstas.
Respecto de su despido de la compañía, el ex ejecutivo aseguró que éste le fue notificado a través de una carta el 28 de julio que le entregó su abogado en presencia de Délano y Lavín. En ésta se le indicaba que se le despedía por incumplimiento grave de contrato de trabajo, por haber mantenido y contratado a personas de dudosa reputación, motivos que aseguró nunca entendió, agregando que como "simple empleado" él no tenía poder para tomar decisiones.
Bravo denunció "amenazas" para no declarar ante la Fiscalía. "Nunca hice algo que no hubiese sido solicitado por Carlos Eugenio o Carlos Alberto", dijo, agregando que incluso le pidieron que no declara con el fiscal Carlos Gajardo porque tenían una "movida" con el Ministerio del Interior para solucionar la situación. Debido a que no aceptó, empezaron a hostigarlo. Por otro lado, asumió haber grabado completa la conversación que tuvo con Lavín y su hijo, "porque tenía dudas por todos los ofrecimientos que me habían hecho".
A la salida del tribunal, su abogado, Andrés Weldt, acusó que Bravo "es el chivo expiatorio".
El abogado del grupo Penta, Alvaro Pizarro, negó un despido injustificado por parte del holding -como acusa Hugo Bravo- y dijo tener una prueba a favor de los controladores de la compañía. "Tenemos una prueba que va a terminar juicio en cinco minutos", dijo Pizarro, quien aseguró que Bravo firmó el finiquito "en el living de su casa y en compañía de su señora", y que "recibió la plata" acordada entre ambas partes.