Fin al binominal y La Araucanía
El cambio al sistema binominal, aprobado en el Senado en su segundo trámite constitucional, arrojará también profundas modificaciones en el número de parlamentarios y la reconfiguración de las circunscripciones senatoriales y distritos de diputados, con el fin de buscar una mejor representatividad de los distintos territorios del país y de las diferentes sensibilidades políticas que se han expresado hasta ahora en grandes bloques. En el caso de La Araucanía, la reforma propone aumentar de 14 a 16 los legisladores y el diseño de una nueva división electoral, lo que implicará profundas modificaciones tanto en el proceso de definición de los candidatos como de las campañas y, posteriormente, el trabajo en terreno que deben realizar los parlamentarios una vez que han sido electos.
En concreto, se pasará de 10 a 11 diputados y de 4 a 5 senadores. Los primeros se elegirán de acuerdo a dos distritos (no los cinco que hay ahora), uno representando a la zona norte de la Región, con 4 legisladores; y el otro al sur, con 7, debido a la mayor cantidad de población de comunas como Temuco y Padre Las Casas. Los cinco senadores, en tanto, se elegirán en una sola gran circunscripción (hoy hay dos, cada una con dos representantes), lo que probablemente traerá aparejado intensas luchas políticas entre los partidos y de los bloques que se vayan a configurar.
En el mapa nacional, no obstante, la representatividad regional tendrá una cierta disminución, pues si hoy hay 14 parlamentarios de La Araucanía de un total de 160, con la reforma quedarán en 16 de un total de 205. Lo relevante para las regiones va por otro carril, pues el proyecto -que fue devuelto a la Cámara de Diputados para zanjar diferencias- otorga incentivos a la creación de nuevos partidos que se supone podrían representar mejor los intereses de zonas específicas, muchas de las cuales se han sentido históricamente postergadas por el nivel central.
Lo que le interesa a regiones como La Araucanía, después del intenso debate, es algo muy sencillo: que el aumento de parlamentarios y los eventuales nuevos partidos vayan en directo beneficio de la Región y no de meros cálculos de los actuales bloques políticos o de la satisfacción de intereses más personales que de vocación de servicio público.