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Las organizaciones vinculadas al combate de la pobreza en La Araucanía valoraron los cambios metodológicos y de enfoque que experimentó la Casen 2013, reconociendo eso sí que falta afinar y focalizar políticas públicas específicas, destinadas a superar la inequidad territorial que exhiben los resultados de la encuesta.
De hecho, aunque en la Región las personas en situación de pobreza por ingresos disminuyeron respecto de la Casen 2011 de 39,7% a 27,9%, esto es 12 puntos porcentuales, La Araucanía sigue siendo el territorio con los peores índicadores del país.
ENFOQUE
La directora regional de la Fundación Superación de la Pobreza (FSP), Gaby Marihuán, catalogó como un avance significativo el enfoque de la multidimensionalidad que fue incorporado. Este añade cuatro dimensiones, además del ingreso per cápita, a la medición de la pobreza.
No obstante, advirtió que esta nueva medición arroja datos de desigualdad y vulnerabilidad que ameritan políticas focalizadas.
"Para nosotros no es una sorpresa la caída de la pobreza, porque la mayor creación de empleos, claramente, iba a repercutir en la pobreza. Sin embargo, todavía está presente y es un tema pendiente la gran desigualdad territorial nacional y la vulnerabilidad. Las cifras de la Casen no necesariamente dan cuenta de que lo estamos haciendo bien, sino que tenemos que mejorar, sobre todo, en lo concerniente a la pobreza multidimensional", sostiene Marihuán.
Acota, además, que este nuevo enfoque debe contrastarse con la disminución de las cifras en pobreza, para dar saltos cualitativos en esta materia y graficar con mayor precisión la realidad país y de la Región.
"No nos olvidemos que estos datos se levantan en una fecha que tuvimos un alza significativa de empleos, sin embargo, tenemos una clase media que no es lo suficientemente sólida y, por lo tanto, estamos hablando de familias que arriesgan la posibilidad de volver a caer bajo la línea de la pobreza", puntualiza Marihuán.
DESAFÍO INTEGRADOR
Por su parte, Pedro Urrutia, jefe social provincial del Hogar de Cristo, señala que los resultados de la Casen 2013 significan un desafío para la Región y una tarea para la fundación.
"Esto nos desafía para seguir trabajando en la Región y así combatir el flagelo de la pobreza. Creemos que es muy importante que se haya incluido el enfoque multidimensional y lo que resta ahora por hacer es trabajar en políticas destinadas a superar estas limitaciones que hablan de una alta vulnerabilidad y, sobre todo, desigualdad social y territorial", plantea Urrutia.
Considerando la expertiz que posee el Hogar de Cristo en el combate de la superación de la pobreza, Urrutia advierte que dentro de los desafíos está el énfasis con que se va trabajar este nuevo enfoque multidimensional.
"Cada una de las dimensiones que se midieron (Salud, Trabajo, Educación y Vivienda) hablan de vulnerabilidad y brechas que deben ser atendidas, sin olvidar la vinculación con su entorno, que es donde por una cuestión de derechos se deben solucionar las problemáticas de marginalidad y falta de integración", destacó Urrutia.
Desde la comunidad Traperos de Emaus, el director regional de la institución, Alfonso Melillán, valoró la disminución de los indicadores de pobreza y al mismo tiempo enfatizó que lo que no puede el Estado seguir haciendo es operar sobre la base de la subvención.
"Nosotros vemos que hay mucha gente que vive en torno a la subvención en todas las áreas para cubrir sus necesidades. Pienso que si no se trabaja en la autonomía es difícil que el escenario de la pobreza comience a cambiar", señaló.
"Cada una de las dimensiones habla de brechas que deben ser atendidas, sin olvidar la vinculación con el entorno".
"Todavía está presente una alta vulnerabilidad y es un tema pendiente la gran desigualdad territorial".