La trágica muerte de un adulto mayor en un accidente de tránsito en la ruta que une a Padre Las Casas con Cunco, que fue ocasionada por la irresponsabilidad de un conductor que adelantó en un lugar prohibido, provocando el volcamiento de otro vehículo donde viajaban tres personas, y que luego se dio a la fuga, es una tragedia que perfectamente podría haberse evitado si quienes guían vehículos motorizados asumieran la inmensa responsabilidad que les cabe en la conducción.
Sin embargo, la imprudencia de una parte importante de los conductores es -lamentablemente- una costumbre que se está volviendo habitual en las calles y carreteras de Temuco y la Región, toda vez que acciones que parecen tan inofensivas como conducir hablando por teléfono celular o bien hacerlo de manera no atenta a la señalética vial se ven a diario.
Las estadísticas que maneja la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito indican que las muertes por accidentes viales en La Araucanía experimentaron un alza de 11.1 por ciento durante 2014, con 120 fallecidos, en relación al año 2013, que cerró con la lamentable pérdida de 108 vidas. Un dato que bien podría servir de alarma a quienes asumen la conducción de un vehículo para que entiendan los riesgos de realizar esta acción de forma irresponsable y temeraria.
El revertir estos negativos datos es responsabilidad no sólo de Carabineros y las autoridades encargadas de la seguridad vial, sino de todos quieres se sientan tras un volante. Se debe, -por ello- asumir que guiar un vehículo motorizado es hacerse responsable, en primer lugar, de la vida propia, de la de quienes viajan en el vehículo y de otros que circulan por calles y carreteras. Por ello el llamado a es a reflexionar y asumir un compromiso de responsabilidad vial con madurez, para poner un freno a la seguidilla de accidentes de tránsito que enlutan a la Región.
Los lectores ya están familiarizados con algunos hechos como la renuncia de la ministra de Salud por haber señalado que en clínicas cuicas se hacían abortos. Luego vino el pánico de rector de la Universidad Católica de Chile quien anunció no sólo su oposición al proyecto sino también el de su institución. Monseñor Ezzati ya viene hace tiempo haciendo proselitismo valórico así que nos tiene acostumbrados. Pero ahora, para colmo de males, el diputado Pablo Lorenzini dijo la frase del mes al señalar que las mujeres eran violadas porque se tomaban unos traguito demás.
Ya estamos acostumbrados a que pidan disculpas. Errar es humano, dicen ellos. Lo cierto es que esta frase es el fundamento de lo que está muy escondido en el corazón conservador. Lorenzini dijo, en realidad, lo que piensan muchas personas.
Una digresión. Quiero recordar, para mis lectores, que el más importante de los críticos literarios chilenos, el sacerdote francés Emilio Vaisse (Omer Emeth), quien escribió en el diario El Mercurio por más de 30 años, el año 1912, publicó un artículo en la Revista Familia titulado: "Higiene de la Memoria. A propósito de cinematógrafos y teatros". En este texto, interesante para comprender como la iglesia ha buscado modelar los comportamientos y sentimientos de la ciudadanía, señalaba, en el párrafo final, que debían prohibir el cinematógrafo y el teatro a los niños por ser un peligro de infección moral.
Por otro lado, hace muchos años vengo escuchando la idea de que las mujeres no deberían "andar provocativamente". Qué les sucedan cosas como violaciones o toqueteos es su culpa. ¿No es esta la idea, mutatis mutandi, del fundamentalismo religioso tan criticado, que obliga a las mujeres a andar cubiertas por la calle? Pero bueno, el honorable pidió disculpas, al igual que Moreira, fue un error involuntario…
Cuando pensamos que el mundo ha cambiado, que podemos discutir cuestiones importantes para las mujeres, viene Lorenzini, Ezzati, el rector de la PUC y nos trata de devolver a principios del siglo XX. Existe el legítimo derecho a opinar y manifestar lo que se piensa, pero se hace imprecindible destacar que Chile es un país laico. Pienso que merecemos una discusión un poquito más elevada que un pataleo moral. Chile debe legislar sobre el aborto acorde a como lo han hecho la gran mayoría de los países del mundo. La mujer que no quiera hacerse un aborto está en su derecho. Hay que legislar a pesar de las huestes conservadoras.
académico Ufro