A Chile le ha ido mejor en los momentos en que ha habido más acuerdos y consensos, lo mismo pasa entre las empresas y sus trabajadores. La industria del salmón y sus trabajadores decidimos hace más de tres meses, en forma proactiva y dialogante, trabajar unidos en perfeccionar las relaciones laborales y avanzar en mejorar las condiciones de trabajo por la vía de un permanente diálogo.
El reto lo enfrentamos a través de la implementación de los "Diálogos contra la corriente, acuicultura socialmente responsable", una iniciativa concreta que le dio sistematicidad a una relación que ya existía desde hace muchos años. Se trata de una instancia creada por la Subsecretaría de Trabajo y que en nuestro caso actuó como facilitador el centro El Canelo de Nos. El resultado fue abrir un espacio de conversación tremendamente enriquecedor, en el que participan todas las compañías de la región y los representantes de los trabajadores, alcanzando acuerdos que benefician a todos los actores involucrados.
Las empresas salmonicultoras formaron parte de los diálogos. Los impulsaron y promovieron, junto a las organizaciones sindicales, convirtiéndose en actores proactivos en la discusión. De esta forma, se trabajó seriamente en la búsqueda de acuerdos, en pro de un bien común, que permita mejorar los aspectos débiles y transparentar aquellos problemas que aquejan tanto a los trabajadores como a las propias empresas productoras.
De esa misma manera y luego de perseguir por más de 10 años este acuerdo, los trabajadores, de la mano de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón (Conatrasal), también participaron activamente de los diálogos, logrando avances en diferentes ámbitos, que permitirán una mejor calidad de vida de los trabajadores, enfocándose en la seguridad laboral y en el diálogo permanente, una lucha, que para los trabajadores que suscriben este artículo. Es sin duda un primer paso para seguir desde el ámbito laboral fortaleciendo el trabajo sindical, acción que hoy cuesta mucho desarrollar por la dispersión territorial de quienes laboramos en el sector.
El esfuerzo que hicimos ambas partes fue doble. Por un lado, logramos superar las desconfianzas y recelos, y nos asumimos como contribuyentes de una misma causa. Por otro, fuimos sinceros, transparentes y pudimos establecer aquellos puntos de encuentro -y también los de desencuentro- en un clima de paz y tranquilidad.
Felipe Sandoval,
presidente de Salmón Chile