Alerta roja se mantiene en las cercanías del volcán Villarrica
ciclo eruptivo. Si bien la actividad del macizo declinó ayer, las autoridades mantienen las medidas de precaución.
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Más tranquilo despertó ayer el volcán Villarrica. Pese a que el macizo liberó menos energía que la madrugada del martes -cuando inició el séptimo ciclo eruptivo de importancia en su historia- las autoridades tomaron la decisión de mantener la alerta roja en los lugares ubicados hasta 10 kilómetros del edificio volcánico.
La medida se adoptó en Santiago durante la reunión de ayer del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), que fue encabezada por el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y en la que también participaron el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, y los directores del Sernageomin, Rodrigo Álvarez, y de Onemi, Ricardo Toro.
La determinación se tomó en base al comportamiento de las últimas horas del volcán Villarrica y en base a la evolución que han tenido sus erupciones anteriores.
"La alerta técnica roja del Sernageomin va a continuar en pie aun cuando de momento casi no se existe actividad en el volcán", expresó el director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Rodrigo Álvarez.
La autoridad reconoció que el movimiento del macizo perdió fuerza en las últimas horas. Sin embargo, también planteó que la menor actividad que exhibió no alcanza para reducir el grado de alerta.
"Nuestro protocolo contempla que el volcán debe regresar a sus índices normales o mostrar una tendencia sostenida durante un lapso mayor para así cambiar el nivel de alerta", añadió Álvarez.
implicancias
La alerta roja implica la evacuación de las zonas ubicadas hasta 10 kilómetros del volcán y el cierre de los accesos a ellas.
Además contempla la habilitación de zonas de evacuación y la puesta en marcha de un protocolo de seguridad.
"El volcán se está acomodando. Su actividad ha disminuido notoriamente", manifestó el alcalde de Pucón, Carlos Barra, luego de la reunión de ayer del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) a nivel local.
"Por ahora se mantiene la alerta roja en el perímetro de 10 kilómetros que rodea al volcán y se mantiene la alerta amarilla en los sectores urbanos de la comuna", agregó Barra.
La autoridad lacustre extendió sus impresiones y afirmó que espera que hoy el comportamiento del macizo permita la reducción del perímetro de alerta roja (baje de 10 a cinco kilómetros).
"Me alegro que la comuna nuevamente se esté poniendo de pie", remarcó Barra, quien después de la reunión del COE de ayer anunció la reapertura del río Trancura (sector alto) para el rafting y actividades acuáticas y ratificó la autorización para acceder al Parque Nacional Huerquehue.
"Gracias a esta determinación podremos retomar paulatinamente nuestras actividades normales", valoró Cristián Huenchuleo, dueño de la empresa Rafting Kayak Chile y que con sus palabras representó la visión de quienes encabezan firmas ligadas al deporte aventura en Pucón.
Mientras en el rubro del turismo y en el municipio se dan señales de un retorno paulatino a las rutinas habituales, otros habitantes de la comuna presentan una mirada distinta.
Según ellos, el comportamiento del volcán Villarrica no da para confiarse.
"De verdad estoy asustado y no quiero volver todavía a mi casa", expresó Federico Soto, habitante del sector Candelaria y que se instaló en el albergue ubicado en el Liceo de Hotelería y Turismo de Pucón.
"Vivo a 12 kilómetros del volcán. Ahí la erupción se sintió muy fuerte", añadió Soto, quien se instaló en uno de los cuatro albergues habilitados en Pucón.
inquietud
Igual inquietud exteriorizó Ruth Durán. La dueña de casa -que vive en la villa El Esfuerzo de la comuna lacustre- también buscó tranquilidad en el mismo albergue.
"Acá me siento segura. Necesito apoyo porque soy discapacitada y vivo sola", agregó.
En las zonas de seguridad habilitadas en la comuna también hubo expresiones de temor.
"Le tenemos respeto al volcán. No sabemos lo que pasará en los próximos días", indicó Ide Caniullán, quien por respeto al comportamiento del macizo se trasladó junto a su familia hasta la zona seguridad habilitada en el sector Los Calabozos (seis kilómetros camino a Caburgua) y que cobijó la madrugada del miércoles a 70 personas.
Ahí y en carpas, los habitantes de Pucón y sus alrededores estuvieron pendientes del comportamiento del macizo.
"No hay que confiarse más de la cuenta. El volcán ahora está tranquilo, pero puede reactivarse en cualquier momento", remarcó Ide Caniullán.
En la península -otro de los sectores habilitados como zona de seguridad- se respiró más tranquilidad.
"Vine más por precaución. No estoy asustado, pero sí atento a lo que puede pasar en las próximas horas", afirmó Luciano Savignones, quien llegó hasta la península junto a su familia.
"Me quedaré a dormir en el auto. Mis hijas y mis nietos se quedarán en carpas", añadió Savignones.
"Nos facilitaron una carpa y nos hemos quedado acá dos noches. Seguiremos durmiendo acá hasta que la situación se calme", retrató Susana Ibáñez, quien también se instaló por seguridad en el sector de la península.
Las principales preocupaciones de Susana Ibáñez y de quienes se ubicaron voluntariamente en las zonas de seguridad pasan por una situación que consideran anormal: la forma que luce el cráter del volcán Villarrica.
El cono del macizo está semi tapado y eso es considerado por muchos puconinos como una señal de acumulación de energía.
Lo que temen es que ese cúmulo de material magmático derive en la reactivación del ciclo eruptivo. Su postura les llevará a pasar algunas noches más en vela a la espera de que el volcán Villarrica vuelva a la calma y a que las estaciones de monitoreo den cuenta del término del proceso de erupción del macizo.