Con drones investigan evolución morfológica del volcán Villarrica
inedito. Vulcanólogo de la Universidad de Concepción junto a Geoespacio poseen imágenes de alta precisión del cráter que muestran la deformación.
El sobrevuelo de una Unidad de Vuelo No-Tripulada (drone) efectuada el pasado 5 de marzo, a 200 metros sobre el cráter del volcán Villarrica, permitió obtener imágenes inéditas de alta precisión de la depresión topográfica, información que revela la deformación morfológica del macizo, tras la erupción.
La inédita investigación en torno a un volcán activo utilizando drones es liderada por el profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Concepción y doctor en vulcanología, José Luis Palma, quien al momento de la erupción, el pasado tres de marzo, se encontraba junto a su equipo de estudiantes tesistas instalando instrumentos de medición cerca del cráter.
El mismo Palma explica que, motivado por el aumento de la actividad volcánica del Villarrica, días antes de la erupción viajó hasta el lugar, en el marco de su propia investigación Fondecyt, la cual desde hace más de un año está estudiando la actividad volcánica del Villarrica y del Llaima.
'Cuando vino la explosión estábamos a ocho kilómetros del cráter y fue impactante. Tuvimos que salir arrancando en el vehículo. Lo que más me preocupaba era que la explosión rompiera el cráter', acota el científico.
Añade que luego de eso 'llamé inmediatamente al equipo de Geoespacio (también son de Concepción), quienes trabajan con drones monitoreando los daños producidos por catástrofes naturales y les dije que sí o sí tenían que venir para realizar el levantamiento aerofotogramétrico de alta precisión del cráter', comenta.
El 5 de marzo se realizó el vuelo con drones y de dicho levantamiento 'se generó un ortomosaico de cinco centímetros de resolución espacial y modelos de elevación digital de la superficie del cráter con una resolución también de cinco centímetros. Además, obtuvimos información similar sobre los depósitos emplazados en la ladera norte del volcán bajo el cráter', cuenta Palma.
Si bien, el investigador aclara que como no existen imágenes similares tomadas con drones antes de la erupción, por el momento, no se puede confirmar 'si se produjo o no deformación morfológica del cráter, para eso se necesita realizar un seguimiento con varios vuelos y, precisamente, por eso es que necesitamos el apoyo de las autoridades y del Gobierno. Esto no lo podemos seguir haciendo por nuestra cuenta', puntualiza.
Consultado respecto de la utilización de la información obtenida y de la incorporación de drones para realizar un monitoreo del macizo, Palma advierte que 'se trata de una técnica que podría dilucidar la hipótesis de la acumulación de energía, ya que dicha presión estaría asociada a una inflación del cráter y otros cambios morfológicos de baja magnitud que sólo esta técnica podría medir', concluye.
Asimismo, explica que la posibilidad de obtener mediciones cuantitativas precisas convierten a esta técnica 'en una metodología única, rápida y novedosa, capaz de responder preguntas en forma remota y de mejorar la capacidad de conocer el comportamiento y posibilidad de una futura erupción'.
Frente a la disyuntiva si el cráter del volcán está tapado o no, el vulcanólogo asegura que 'para poder confirmar o desmentir se necesita realizar un seguimiento de la técnica con drones. Lo que sí me consta, porque lo vi, es que ya no se ve la columna de magma como antes, ahora hay unas rocas, pero eso no es indicio de una deformación del cráter', aclara.
Según Carlos Cardona, jefe técnico del Ovdas, la tecnología aplicada con drones para obtener imágenes de alta resolución de la morfología del cráter del volcán no es sustituible a lo que ya existe.
'Es una técnica muy buena para determinar la morfología, pero la verdad que no es que una cosa sea mejor que la otra, el monitoreo que usamos con GPS e inclinómetros electrónicos es un monitoreo en línea permanente , sin embargo, los drones están supeditados a tomas temporales y no siempre se pueden hacer', sostiene el científico del Ovdas.
Lo que sí le reconoce Cardona es que efectivamente se trata de una técnica útil que suma más que otra cosa al permitir obtener imágenes de alta precisión y así poder mirar los cambios en la morfología del volcán.
Ahora que esta información dé pie para diagnosticar futuras erupciones, no es algo que comparta Cardona. 'Los drones no son una herramienta para diagnosticar erupciones, porque no están en línea. Los cambios morfológicos no le pueden decir a uno el futuro del volcán', precisa.