Neruda, nuestro Nobel de Literatura, inmortalizó en sus versos a la humilde papa, "profunda y suave eres, pulpa pura, purísima rosa blanca enterrada, floreces, allá adentro en la tierra, enemiga del hambre, universal delicia, tesoro interminable de los pueblos". De esta forma se definía al principal alimento que América entregó al mundo, insustituible en la alimentación humana.
Fue introducida a Europa en el siglo XVII por los conquistadores. En España se la llamaba despectivamente "piedras comestibles"; en Francia se le rechazaba debido a la creencia popular que transmitían la peste; en Alemania sólo se usaba para alimentar animales; y en Inglaterra fue censurada por no aparecer en la Biblia. Sin embargo, ya en el siglo XVIII era un alimento común en los pueblos de Europa. Hoy también se le censura y es denominada como "alimento chatarra".
Las papas nativas se encuentran desde el sur de las Rocallosas en Estados Unidos hasta el Archipiélago de los Chonos en Chile; considerándose como centro principal de su origen la meseta peruana-boliviana y como subcentro la Isla de Chiloé. En Chiloé encontramos una gran variedad de papas nativas, que al ser de fotoperíodo largo se adaptan y desarrollan fácilmente en el hemisferio norte, contribuyendo a la creación de nuevas variedades en Europa y América del Norte. La introducción a Europa en 1850 de la papa "Púrpura casposa de Chile" (papa chilota) fue el mayor aporte al desarrollo de variedades europeas; siendo utilizada hasta el día de hoy para el mejoramiento genético. Lo mismo ocurrió en América del Norte, donde el 90% de su material genético proviene de ella.
Es un alimento completo que puede integrarse dentro de una dieta sana y equilibrada. Es rica en hidratos de carbono, 16,4 g/100 g (16,4%), mayormente almidón; aporta proteínas de alto valor biológico; vitaminas C, B1 y B6; minerales y fibra soluble. Su principal aporte en la dieta de un adulto es la vitamina C y potasio; y sólo un 8% de calorías, lo cual desdice el mito que engorda. La papa no contiene grasa, excepto cuando se fríe, llegando a aportar 500 a 600 kcal por cada 100 gramos. Hervida sólo aporta 85 kcal por cada 100 gramos, más bajo que la pasta y el arroz. Cabe indicar finalmente que el 85% de las variedades de papa comercializadas en Chile fueron introducidas o creadas por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia).
Juan Inostroza,
agrónomo del Inia Carillanca