Expertos advierten riesgos para la ganadería por actual lluvia de ceniza
Efectos. Si bien la autoridad del Agro estima que la situación no es alarmante en La Araucanía, profesionales del área sugieren tomar medidas preventivas para evitar contaminación y daños.
ehenriquezo@australtemuco.cl
La nube de ceniza generada por el volcán Calbuco en erupción sigue sobre gran parte de la cordillera y precordillera de La Araucanía. Cuatro días después del violento despertar del macizo, la gris presencia comienza a preocupar a las autoridades y expertos del Agro. No en vano un equipo directivo de Gobierno visitó la zona para evaluar la situación, la cual tildó de "no alarmante" por ahora. Pese a ello profesionales y expertos advierten riesgos para la ganadería local, especialmente si la situación persiste.
En el escenario actual que reúne los efectos de un período de sequía y los potenciales daños del material volcánico en suspensión, el seremi de Agricultura junto a directivos de Indap y el SAG realizó una visita inspectiva a la zona cordillerana para constatar la situación que viven los agricultores que allí habitan, la que en una primera instancia se muestra controlada.
"Si bien comprobamos la presencia de cenizas en las praderas, la situación no es alarmante. Los animales están siendo forrajeados por sus propietarios y existe un abastecimiento de agua para bebida animal que satisface los requerimientos de consumo", explicó el seremi, Eduardo Figueroa.
No obstante, las autoridades presentaron una serie de recomendaciones técnicas y prácticas para evitar daño en la masa ganadera y la consecuente economía de sus criadores. Entre otras sugerencias: evitar el consumo de pasto con cenizas, evitar arreos que agiten en exceso a los animales, decantar el agua turbia, suplementar la alimentación con forraje, cumplir con el calendario sanitario y estar atento a irritaciones y dificultades respiratorias.
Las recomendaciones tienen asidero en la experiencia recogida por expertos en otras latitudes. Así lo estima el investigador del Agro neozelandés de visita en Chile, James Allen, quien advierte que los agricultores deben estar conscientes de los riesgos que corren los animales expuestos a las cenizas, especialmente los que se alimentan de pastos cortos.
"Todos los agricultores deberían preocuparse de otorgar a sus animales suplementos alimentarios de buena calidad y, dependiendo de la cantidad de cenizas, desplazarlos hacia donde haya pasto largo. También hay que darles agua no contaminada y, si las condiciones son extremadamente severas, considerar el desplazamiento del ganado hacia otro lugar", precisa.
PREOCUPACIÓN
Si bien la situación no es alarmante en la zona, el alcalde de Curarrehue, Abel Painefilo, comenta que la preocupación siempre está presente en su comuna, sobre todo cuando hoy cuenta con una masa ganadera del orden de las 11 mil cabezas de bovinos y 15 mil cabezas de ovinos.
"La preocupación siempre está presente - dice - porque estamos todavía sin resolver el tema de la sequía y la gente, en los primeros tres días luego de la erupción, está resistiendo con el suplemento alimenticio para el ganado, en particular con lo que había almacenado para el invierno. Esto va a implicar consecuencias en las próximas semanas y meses, siempre y cuando no exista una reacción temprana, que entiendo que sí se hará por parte de las autoridades del Agro".
El alcalde explica que los expertos le han indicado que la turbiedad del agua en este minuto no arroja elementos tóxicos, siempre y cuando se le haga un tratamiento básico al elemento, que no es otro que decantarla.
Pero la mayor preocupación del edil es el hecho que producto de la sequía, y ahora la llegada de la ceniza, muchos agricultores tuvieron que anticipar el uso del forraje guardado para invierno, situación que ya fue observada por Indap y el SAG, que comprometieron ayuda y un operativo sanitario (esta último, en mayo).
El secretario general de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco, Sofo, Andreas Köbrich, planea que la principal preocupación que surge hoy es la ingesta de ceniza por parte de los animales, sobre todo la ingesta líquida del material.
"Si bien no todo en una situación como esta es negativo, la ingesta de los elementos que trae la ceniza podría generar problemas en adelante", recalca el agrónomo.
Quien refuerza esta idea es el médico veterinario de la Universidad Mayor, Óscar Araya. El académico ha estudiado los efectos sobre la masa ganadera en contextos de erupción volcánica en los casos del Lonquimay, Hudson, Chaitén y Caulle, y advierte que si bien los procesos eruptivos son distintos, existen dos tipos de impacto, uno mecánico y otro tóxico.
En el primero caben todos los elementos sólidos que cubren praderas y alteran el agua que, los que dependiendo de la cantidad caída afectarán a los animales, más si se trata de material fino o grueso, los que pueden afectar por ingesta (se acumula en el sistema digestivo, en particular en el colon) o bien por peso específico que se acumula sobre el lomo, precisa Araya. No en vano, agrega, para la erupción del Caulle lo que cayó fueron 100 millones de toneladas de material.
Otra variante dañina del impacto mecánico de la ceniza volcánica es la lluvia ácida que podría producirse si entra en contacto con la lluvia, lo que fruto del encuentro de elementos podría generar ácido sulfúrico y clorhídrico, entre otros, lo que quemarían plantas como lo hace una helada y en el caso del ganado eventualmente produciría daños a la piel con efectos similares al del agua caliente.
En lo que se refiera al impacto tóxico en casos como este, el veterinario Óscar Araya plantea que se debe estar alerta respecto de la presencia de elementos como flúor, arsénico y mercurio.
Ayer, la nube gris seguía presente en la cordillera y el alcalde Painefilo pedía prudencia a los automovilistas para no agravar la contaminación atmosférica ya imperante.