En los meses recientes, la opinión pública ha conocido y discutido ampliamente la última iniciativa estructural del Gobierno, el proyecto de Reforma Laboral, que nuestro gremio de la construcción ha analizado en detalle.
Estimamos que este proyecto incluye dos medidas que generarán impactos negativos, tanto transversalmente a los distintos sectores productivos como a la economía en general. Estas medidas son la "ampliación de la negociación colectiva a trabajadores por obra o faena" y la "Titularidad Sindical".
Con respecto a la ampliación de la negociación colectiva a trabajadores por obra, sabemos que esto no es compatible con la realidad de la actividad de la construcción, en particular por la breve duración de las obras (transitoriedad), característica que ha determinado el tipo de relación contractual prevaleciente en el sector y justificado la existencia de un régimen laboral especial para la construcción.
Por otra parte, el proyecto no considera que la realidad de los trabajadores de la construcción es que negocian permanentemente en cada inicio de obra sus condiciones laborales y salariales, por lo que en el período 2004-2014 las remuneraciones en el sector aumentaron 55% versus el 33% del promedio nacional, y que la construcción suele ser su mejor oportunidad de desarrollo, debido a su escaso nivel educacional.
Asimismo, creemos que esta medida perjudicará tanto a las empresas como a los trabajadores, porque afectará a microempresas y pymes de la construcción, que emplean el 81,1% de los trabajadores del sector.
Sobre la titularidad sindical, el principal impacto negativo que implica es la restricción a los trabajadores de su posibilidad de negociar individualmente, ya que sólo tendrán derecho a negociar a través de una organización sindical.
Por tanto, planteamos que se mantenga el régimen actual de excepción que rige para la construcción, en donde los trabajadores por obra o faena transitoria no pueden negociar colectivamente, debido precisamente a la naturaleza transitoria de las obras de construcción. De la misma manera, en el caso de contratos por obra o faena, proponemos que se acote el fuero de dirigentes o delegados sindicales a la duración del contrato, evitándose así abusos cuando concluye una obra y no existen posibilidades de proporcionarles más trabajo.
Adicionalmente, creemos fundamental la creación de una nueva institucionalidad laboral, ya que la Dirección del Trabajo debe cumplir a cabalidad su rol fiscalizador y, en paralelo, proponemos que se cree una entidad técnica de mediación y arbitraje laboral, independiente de los gobiernos, que dirima las discrepancias.
Esperamos que el Congreso y el Gobierno acojan nuestras propuestas.
Henri Jaspard,
Chilena de la Construcción Temuco