Para algunos es fascinante hablar de la energía, mientras que para otros es preocupante. Como no va a serlo, si nuestra Región no alcanza ni siquiera a satisfacer su demanda interna, siendo una de las regiones con mayor cuenca hídrica y condiciones particulares que podrían convertirla en la gran generadora energética de fuentes renovables del país, incluso pudiendo llegar a satisfacer por completo la demanda interna a nivel nacional. Según un interesante estudio realizado por una universidad local, los recursos hídricos disponibles podrían generar alrededor de 18.000 megawatts, que es justamente lo que demanda todo nuestro país en la actualidad, sin considerar la generación geotérmica, que podría aportar otros 3.000 megawatts adicionales gracias a nuestra particular geografía que nos ha dotado de más de un centenar de volcanes en una misma Región.
Nuestra estadística regional es casi igual a la realidad nacional. Como país importamos los recursos que generan la mitad de la energía que consumimos, y sólo alcanzamos a generar apenas un 48 % de la energía proveniente de fuentes renovables. Eso nos hace extremadamente dependientes y vulnerables a los mercados externos. Nuestra industria hoy produce con el valor más caro de la energía de Sudamérica y esto se traduce en una competencia desigual. El recurso agua es abundante en nuestro sur, y lógicamente tiene un costo, no sólo social, sino mayormente ambiental. En lo económico, el valor del agua detenida en una represa guarda relación directa con el valor del combustible alternativo usado para la generación de esa misma energía. Cabe mencionar que el 80% de la infraestructura del agua embalsada fue construida entre 1930 y 1973. Eso es justamente lo que da valor al recurso en nuestro país.
Es bien sabido también que el consumo per cápita entre el año 1900 y la actualidad aumentó 15 veces por persona. La tecnología, el consumo y las comodidades nos han hecho cada día mas dependientes de la energía. Dejo entonces a consideración de la opinión pública un tema que aunque a muchos no les gusta abordar, lo debemos no solamente enfrentar, sino que solucionar. Se estima que para el año 2020 la demanda energética crecerá otros 6.000 megawatts adicionales al consumo actual. ¿Cómo, dónde y con qué recursos obtendremos esa energía?, ¿deberemos cambiar nuestros hábitos, invertir en eficiencia o limitar el consumo y la producción?
Estas son algunas preguntas que deben hacerse los visionarios, quienes siempre adelantan al futuro y que ven oportunidades que otros no alcanzamos a descubrir.
Iván Cerda,
Nacional EE CChC