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Un complot. De eso aseguran ser víctimas los miembros de la comunidad mapuche Ranquilco de Ercilla, del bajo Malleco, negando de plano las aseveraciones de la agricultora Cecilia Pérez, quien los acusó de hostigadores y de provocar un ataque incendiario en su fundo Santa Delia de Collipulli, el 5 de octubre pasado.
Según afirmó la agricultora en la edición del 28 de mayo, en entrevista con El Austral, que fueron los miembros de la comunidad Ranquilco los que le quemaron su casa. "Con todo adentro, me quemaron la casa del inquilino, después me hicieron pedazos todos los sistemas de agua para que no volviera", aseguró. Los acusados, en tanto, si bien no desmintieron la toma, negaron de plano ser los causantes de los ataques incendiarios.
"Lo más preocupante es que no han dejado frente a la Región como un grupo violentista, nos acusan de la quema de sus casas y eso es absolutamente mentira" señaló el werkén de la comunidad, Rodrigo Curipán.
En su comparecer ante los medios, el comunero aseguró además que "no ha habido ningún acercamiento en el último tiempo de parte del Gobierno. Sin embargo, hemos sabido - no oficialmente - que hay algunos predios que han sido tasados".
Consultado por los dichos de Cecilia Pérez, el werkén Curipán, sostuvo que los dichos de la agricultora obedecen más a un interés suyo por vender sus tierras al máximo de precio posible, agregando incluso la posibilidad de que en los ataques que se han denunciado en la zona sean realizados por los mismos dueños de los predios.
"Nosotros tenemos la convicción de que aquí hay un interés claro por elevar los precios de los terrenos y eso significa que en muchos casos se ha llegado a los autoatentados. Es decir, aquí puede haber un autoatentado en cada uno de esos predios", dijo el miembro de la comunidad del sector bajo Malleco.
réplica
"Nosotros vivíamos en paz y tranquilos hasta que llegó Rodrigo Curipán. Nunca ha sido nuestra intención subir los precios, es más, hay gente que no quiere irse, si es lo único que tiene". Así respondió la aludida, Cecilia Pérez, a los dichos del werkén de la comunidad Ranquilco.
Para ella, Curipán miente en sus expresiones y para avalar dicha tesis señala: "Si ellos no fueron los que quemaron mi casa, los que están instalados en mi campo, entonces por qué lo rayaron. Por qué Rodrigo Curipán me citó el año pasado en el mercado y yo hasta le pagué la cuenta e incluso me dijo que conversó con mi papá pero él nunca me habló de él", afirmó.
Por último, la mujer tildó a su interpelador como un "terrorista a morir" asegurando que fue el propio Curipán quien le dijo que "iba a entrar a mi campo sí o sí, así que lo que él dice es mentira", sentenció.
copa américa
El 14 de junio se estrenará la Copa América en Temuco. Será todo un hito para la ciudad y Región, evento que por lo demás concitará gran atención de los amantes del fútbol en todo el continente sudamericano e incluso mundial.
A sabiendas de aquello, en la comunidad señalaron que en caso de no exista un avance real en la compra de tierras, ellos y otras agrupaciones llegarán hasta Temuco para manifestarle 'al mundo' sus demandas y problemáticas.
De hecho, a través de una carta pública, los miembros de la comunidad indicaron que una de sus posibles acciones podría ser "interrumpir el desarrollo" de dicho certamen "para que el mundo se entere de la represión política y judicial" de la cual dicen ser objeto.
víctimas
Como una mala señal fueron calificadas las palabras de la comunidad Ranquilco al interior de la Asociación de Víctimas de Violencia Rural (AVVRU). Al menos así lo dejó en claro su presidente, Alejo Apraiz, quien dijo no entender cómo alguien puede autoatentarse a sabiendas que su negocio y prosperidad está en juego.
"Yo estoy claro y conozco la situación de las víctimas. Me cuesta mucho pensar de que hubiera alguien que se autoatentara y autoflagelara para obtener algún beneficio. El valor de la tierra tiene un costo y la Conadi ha pagado muy por debajo, por lo tanto, no veo cuál sería el objetivo de auto atentarse", dijo Apraiz.
El presidente de las Víctimas de Violencia Rural grafica su opinión señalando que en el caso de los transportistas, son los propios seguros los que no los protegen de los ataques, hecho que para él es más que suficiente para no entender cómo ni por qué, los agricultores y empresarios en general querrían boicotearse.