Se rompe el mito: Chile es campeón de América y todo el pueblo celebra
copa américa. El triunfo de la Roja se vivió con total intensidad en la capital regional, donde los temuquenses vibraron con cada minuto del histórico partido.
macarena.alvarez@australtemuco.cl
La cábala de don Carlos Jara para esta Copa América fue instalarse en la esquina de Avenida Alemania con Phillippi a vender banderas, cornetas, bufandas y un cuanto hay de productos tricolor. Dado que su pensión es baja, este hombre jubilado decidió ganar unos pesos de más como vendedor ambulante, trabajo que hace por primera vez en el marco del evento deportivo.
"Veo parte del partido desde aquí, porque se ve la pantalla gigante de uno de los pub. Hoy día llegué a las 11 de la mañana, me vine bien abrigado y la verdad es que me ha ido bastante bien", cuenta Jara.
Con un grueso gorro de Chile, este hombre no sólo pudo comprobar el éxito de su cábala, sino que, al igual que los 11 cracks de la Roja, demuestra que el éxito no es fortuito, y que el trabajo, el esfuerzo y la tenacidad son clave para cumplir las metas.
Sin duda, la marraqueta y el té de esta mañana será el mejor de la historia del fútbol chileno, que luego de años de desilusiones, finalmente le dobló la mano a la historia, convirtiéndose por primera vez en el campeón de América.
Un sábado inolvidable para todos los chilenos, que luego de un primer semestre complicado, con inundaciones en el norte del país, y la agitada actividad volcánica de nuestro sur, no había tenido un momento de felicidad, alegría y jolgorio.
Desde el mediodía los temuquenses comenzaron a prepararse para vivir esta emocionante jornada. Ya sea viendo el partido con la familia, los amigos e incluso trabajando, sólo bastó que Alexis Sánchez hiciera el gol de la victoria para que la gente se volcara a las calles a celebrar y, aunque sea por un día, dejar de lado sus problemas.
Con epicentro en la plaza Aníbal Pinto, miles de personas -muchas más que las que se pueden reunir en una marcha- llegaron con banderas, gorros y todo el cotillón que tuvieron a mano. En La Araucanía, se vivió una gran fiesta.
LA PREVIA EN LA FERIA
Una hora antes del partido, la mayoría de los locatarios de la Feria Pinto -recinto que permanece abierto los 365 días del año- comenzaron a cerrar sus puestos, cuyo horario habitual es hasta las 18 horas.
Para no perderse ningún detalle, muchos siguieron la "previa" del encuentro deportivo en sus televisores, ubicados estratégicamente dentro de sus pequeños locales.
Tal es el caso de Juan Carlos Carrasco, del local 134, quien confiesa que este sábado lo que más vendió fueron tomates, clásico acompañamiento de los asados, ya sea como ensalada a la chilena o pebre.
"Me traje el televisor para ver la previa. Vamos a cerrar un poco antes para ver el partido junto a la familia", cuenta Carrasco, cuyo pronóstico era que Chile ganaría por un gol. Probablemente, nunca se imaginó que el triunfo llegaría de la mano de 4 goles.
Quien también vivió la emoción y felicidad del partido fue Ana Araneda, dueña de Carnes Araneda, local que vendió más carne de lo normal, puesto que asado y fútbol, son conceptos que van de la mano.
"Nos ha ido excelente. Lo que más compró la gente es el cerdito para la parrilla y vacuno", cuenta Araneda, quien cerró su local a las 16.30, para que tanto ella como sus trabajadores pudieran disfrutar del histórico partido.
En tanto, Sonia Contreras tomó una decisión diferente, mantener su local abierto hasta las 18 horas. De hecho, incluso llevó un pequeño televisor portátil para ver el partido con sus vecinas de local, alrededor de cuatro mujeres que optaron por permanecer en sus puestos de trabajo.
"Tenemos que seguir produciendo para el país. Para que Chile gane, hay que trabajar hasta el final", afirmó Contreras, una de los cientos de chilenos que debió trabajar durante la histórica jornada.
DURANTE
Roxana y sus amigas han visto todos los partidos de la Roja juntas. Por eso decidieron que este sábado verían el partido en uno de los bares de Avenida Alemania, los que estuvieron completamente llenos. En efecto, a las 16.30 horas prácticamente ya no habían mesas disponibles.
"Llegamos a las cuatro de la tarde porque somos fanáticas de Chile. Hasta nuestra ropa interior es roja", bromea Roxana Sanhueza, quien junto a su marido y cuatro amigas llegó con banderas, sombreros y cornetas al pub Patiperros. "Hay un ambiente acogedor, familiar, vamos a estar calentitas y además el trago es bueno. Después de esto, seguiremos celebrando", señalaba al comienzo del partido, el que disfrutaron impacientes y alentando al mejor equipo que ha tenido Chile en los últimos años. La mesa se divide al hablar del jugador favorito, Alexis Sánchez y Claudio Bravo son los que se llevan más halagos por parte de estas féminas.
LA CELEBRACIÓN
"Ahora los de afuera nos mirarán con respeto. Somos los mejores, y nadie nos pasará a llevar", dice Juan Jiménez, uno de los tantos hinchas que llegó a celebrar a la plaza.
"Por su parte, Máximo tiene 9 años, y su jugador favorito es Arturo Vidal. Junto a su familia, vio el partido en el patio de comidas de la tienda Paris, lo que les permitió llegar rápidamente a la plaza Aníbal Pinto a celebrar.
"Es primera vez que vengo a la plaza a celebrar", afirma este pequeño, que pertenece a una generación que crecerá sabiéndose campeona, quizás, convencida que nada es imposible.