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Alas vacaciones anticipadas de invierno de gran parte de los establecimientos donde los profesores están en paro, ahora suma la fuga de estudiantes desde establecimientos municipales a particulares subvencionados.
Según indican cifras preliminares de la Seremi de Educación de La Araucanía, que contemplan los datos de 14 comunas, padres y apoderados de 520 estudiantes de la Región decidieron cambiar a sus hijos e hijas de las escuelas y liceos en los que, en muchos casos, habían estado durante varios años. Esto con el objetivo de impedir la pérdida de más clases debido al paro, que actualmente mantiene adheridos a más de dos mil profesores de La Araucanía, por el rechazo al proyecto de ley de Carrera Docente.
Esta fuga de estudiantes -que ha afectado a establecimientos de todo el país, incluidos 83 de la Región, según los datos recopilados- es a juicio de Marcelo Segura, seremi de Educación de la Región, "preocupante".
"El reporte que tenemos da cuenta de la realidad de sólo 14 comunas; estamos recibiendo la información de las otras, por lo cual la cifra es superior. Claramente esto impacta y es una muestra de que el paro ha tenido un efecto muy negativo en la principal labor de la educación pública, que es ofrecer oportunidades a niños y niñas. Hoy no cabe duda de que se está cerrando esa posibilidad", asegura.
Asimismo, expresa que la movilización llevada a cabo por docentes desde el 1 de junio no va de la mano "con los esfuerzos que estamos haciendo en el fortalecimiento de la educación pública, con los recursos entregados, con los mejoramientos de la infraestructura y la tecnología. El paro docente ha invisibilizado todos estos esfuerzos".
En este escenario, el seremi llamó a los profesores en paro de todas las comunas a que "observen esta realidad, que analicen los datos de estudiantes que han abandonado los establecimientos municipales y que en función de esto tomen la decisión de retornar a clases, para no seguir perjudicando a las familias, a los niños y a la educación pública".
DE EXCELENCIA
La autoridad regional, además, afirma que gran parte de los estudiantes que han abandonado establecimientos municipales presentan rendimientos académicos por sobre la media, lo que significa una pérdida mayor. "Desde todo punto de vista, el paro ha sido una estocada de la cual costará recuperarse", agrega.
Esta apreciación es compartida por Luis Gallardo, director del Liceo Bicentenario Enrique Ballacey Cottereau, de Angol, que a la fecha ha visto partir a ocho destacados estudiantes por la falta de clases.
"Coincidentemente, son los mejores estudiantes quienes se han retirado del establecimiento. Para nuestra comunidad educativa, que desde hace un tiempo viene potenciando la educación pública a través de distintas estrategias y mucho esfuerzo, ésta ha sido un pérdida importante", asegura el director.
Gallardo también expresa que esta situación se debe a que los apoderados que el establecimiento ha logrado "exigen la constancia, la permanencia y la sistematicidad. Al no poder brindar esto, ellos han procedido a retirar a sus hijos, acción que, sin embargo, llevan a cabo con mucha tristeza".
Sergio Cáceres, encargado de la Unidad Técnico Pedagógica (UTP) del Complejo Educacional La Granja de Vilcún (comuna que aún no es contabilizada en el reporte de la Seremi) también señala que el establecimiento ha tenido "una pérdida de seis estudiantes de educación media y básica, que ha sido perjudicial y de la cual nos costará recuperarnos".
Por lo anterior, y pese a que el rechazo al proyecto de ley de Carrera Docente se mantiene, los profesores del establecimiento retornarán a clases el día lunes.
"Esta decisión no obedece a que nuestro rechazo al proyecto de ley haya cambiado. Esto lo hacemos sólo por lo niños, para que vuelvan a clases", aseguró el profesional.
Además de los efectos vinculados con la pérdida de clases, la fuga de estudiantes y la recuperación de los días de paro, también la ausencia de la actividad escolar normal podría tener ciertas consecuencias negativas en los procesos de aprendizaje de los estudiantes.
Así lo explica Fernanda Fuentes, psicóloga educacional, quien afirma que "hay estudios que demuestran que la suspensión de clases de manera imprevista, por lo menos durante cinco días en una escuela, ocasiona que los estudiantes obtengan hasta un 3% menos de resultados satisfactorios en pruebas estandarizadas. Mientras más días transcurren, la situación empeora, ya que las materias se olvidan y hay que invertir tiempo en repasarlas. El efecto es mayor mientras más pequeño es el niño".
Además, asegura que la pérdida de rutina puede generar ansiedad y expectativas relacionadas con cuándo y cómo se retomarán las clases.
Ante esto, la profesional recomienda que "los padres y apoderados traten de mantener las rutinas y faciliten la comprensión de los motivos reales de por qué no están asistiendo a clases, que en este caso corresponde a un reclamo legítimo, según creo, por parte de los profesores".