En medio de gritos de protesta y el lanzamiento de botellas con agua, la Comisión de Evaluación Ambiental (COE) de La Araucanía aprobó el proyecto Central Hidroeléctrica Añihuerraqui, el que pretende desarrollarse en el sector Trancura de la comuna de Curarrehue.
La votación contó con los sufragios a favor de parte del director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), Ricardo Moreno, y los secretarios ministeriales de Salud, Carlos González; Economía, Robinson López; Energía, Aldo Alcayaga; y Obras Públicas, Emilio Roa. De parte de las carteras de Transporte y Medio Ambiente asistieron Andrella Bascuñán y Rocío Toro, respectivamente, en reemplazo de sus titulares, quienes también votaron a favor del proyecto.
Por su parte, en contra votaron Alejandro Blamey, seremi de Desarrollo Social; Romina Tuma, seremi de Vivienda; Ricardo García, representante de Agricultura; y José Montalva, en su calidad de intendente subrogante.
El proyecto consiste en una central eléctrica de paso que se alimenta del estero Añihuerraqui, localizado a ocho kilómetros al sudeste del sector urbano de Curarrehue, el que desemboca en el río Trancura. La iniciativa que posee una potencia de 9 megawatts (MW) y permitiría generar 50 gigawatts (GWh) anuales aproximadamente. Las obras intervendrían 2,3 hectáreas.
Las obras las llevará a cabo la empresa GTD Negocios S.A. con un monto de 22 millones de dólares, en un territorio que colinda con las comunidades indígenas Camilo Coñoequir Llaftunekul, Camilo Coñoequir, Juanita Curipichún y Folilco Juan Curipichún, pertenecientes al lof Trancura. Entre las cuatro comunidades se cuenta a cerca de 80 familias, algunas de las cuales asistieron a la sesión.
Votación
El proceso de evaluación comenzó a las 13 horas en el salón auditorio del edificio de la Intendencia en Temuco, y se extendió hasta pasadas las 15 horas, tras la presentación detallada de la iniciativa. En la instancia, el SEA expuso los detalles del proyecto, enfatizando que la instancia cumplió con la inédita iniciativa de sumarse a la última Consulta Indígena para exponer el proyecto.
Un punto que generó debate entre la población y las autoridades regionales fue el de afectación de la iniciativa a la realización de actividades culturales y religiosas de las comunidades, puesto que las obras se emplazarían a 200 metros de un Nguillatuwe. Esta fue una información resaltada por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) entre sus observaciones al proyecto, y fue precisamente el argumento principal de las autoridades que votaron en contra, quienes insistieron en que no existen medidas mitigatorias o compensaciones para reparar este tipo de daño, al contrario de lo argumentado por la empresa GTD Negocios, quienes contemplan un total de 45 mecanismos de mitigación.
Por su parte, los habitantes indígenas de Curarrehue expresaron su indignación por el desarrollo del proyecto, ya que alegan que la empresa de la hidroeléctrica, a cargo de la central, habría negociado de forma irregular con los habitantes del sector, lo que, según ellos mismos, provocó la división de las familias.
Finalmente, con los votos definitorios, la Comisión de Evaluación Ambiental entregó por mayoría su aprobación a la iniciativa, lo que motivó la indignación de los comuneros y habitantes aledaños al proyecto, quienes alzaron su voz, lanzaron botellas de plástico a las autoridades regionales y mojaron al titular del proyecto, Héctor Lagunas Méndez, quien también asistió a la reunión, además de pegarle un chicle en el pelo. El representante de los ejecutores del proyecto aseguró que recibió golpes de parte de los descontentos comuneros.
Apresuradamente, Lagunas abandonó el lugar al finalizar la sesión. "Es la expresión de un sentimiento y que entiendo perfectamente, aunque no la comparto", subrayó. Además llamó su atención la respuesta de los comuneros indígenas a la aprobación, lo que le hizo reflexionar sobre los procesos que se han desarrollado para llegar a esta instancia. "En todo proceso se cometen errores y aciertos. Nosotros hemos tratado de hacer lo mejor que podemos y buscar el bien común. No siempre puede quedar todo el mundo conforme y eso se entiende", dijo el titular.
Además, recalcó que las personas que estén contra el proyecto pueden apelar al Comité de Ministros.
Los comuneros se enfrascaron en peleas con integrantes de comunidades aledañas, una situación que algunos dirigentes recalcaron como producto de las negociaciones de la empresa con los habitantes afectados. Finalmente interrumpieron el tránsito en calle Claro Solar con pancartas, lienzos y banderas mapuches.