Senador Quintana asegura que no condujo a más de 60 km/h
diligencia. Dos horas duró la reconstitución de escena de la muerte del cabo de Carabineros Jonathan Garrido, atropellado por el parlamentario en Vilcún.
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Por dos horas se extendió la reconstitución de escena de la muerte del cabo Jonathan Misael Garrido Carril (25), atropellado el 8 de febrero pasado por el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, a la altura del kilómetro 17 de la ruta Cajón-Vilcún.
En la ocasión, el parlamentario aseguró que esa noche no conducía a más de 60 km/h y tras la tragedia, volvió a tomar el volante del Subaru Outback en que por causas que se investigan, arrolló al carabinero.
La diligencia policial se desarrolló a petición de la familia del uniformado en su calidad de querellantes y contó con la custodia de más de 40 carabineros en un tramo de 400 metros de pista. El vehículo conservaba los daños en su parabrisas y costado izquierdo.
Durante el procedimiento, se contrastó la versión de tres de los protagonistas. El conductor del camión que controlaba el cabo Garrido al momento de su muerte, Eduardo Paillamil (38); el carabinero cuya identidad se mantiene en reserva y que acompañaba a Garrido esa noche; y el senador Jaime Quintana. Además, el padre y la esposa del legislador, la alcaldesa de Vilcún, Susana Aguilera, participaron pero no prestaron testimonio.
En tanto, temprano desde Lebu el círculo familiar más íntimo del cabo Garrido llegó a Vilcún para iniciar una vigilia a los pies de la animita que recuerda el lugar exacto en donde perdió la vida su ser querido.
En su calidad de fiscal regional (s) y una vez terminada la diligencia, el abogado Roberto Garrido aclaró que el senador Quintana asistió en calidad de imputado, junto con explicar que el fiscal a cargo de la causa, Jaime Pino, buscó precisar "principalmente la ubicación de los vehículos, las personas y sus desplazamientos".
¿Formalización?
El abogado querellante, Rafael Poblete, participó de la reconstitución de escena en compañía de un perito experto en accidentes de tránsito y destacó que el procedimiento les permitió esclarecer interrogantes, por lo que esperan que el senador Quintana sea formalizado por cuasidelito de homicidio.
"Primero, el senador reconoció que no vio las balizas de la patrullera que todo el mundo reconoce que estaban encendidas y segundo, reconoce que no efectuó ninguna maniobra evasiva. Es decir, reconoció que conducía en forma absolutamente desatenta, descuidada e imprudente, por lo que nosotros esperamos que prontamente sea formalizado a lo menos como autor del cuasidelito de homicidio", manifestó Poblete.
Sin embargo, la Fiscalía está a la espera de concretar más diligencias solicitadas por la parte querellante, tales como conocer la declaración de Susana Aguilera, quien la semana pasada se excusó de no asistir a brindar su testimonio al ente persecutor.
El senador Quintana y su familia se mantuvieron durante gran parte de diligencia esperando su turno al interior de un vehículo, desde donde un colaborador intentó entorpecer el trabajo de la prensa encandilando con sus focos a camarógrafos y reporteros gráficos. Pasado el inconveniente, el parlamentario abordó el Subaru como conductor; a su lado se sentó su esposa y en el asiento trasero, su padre. Luego, avanzaron lentamente hasta un bus de Fuerzas Especiales de Carabineros que emulaba ser el camión.
Al término, el presidente del PPD conversó con la prensa en compañía de su abogado, Fernando Cartes, y reiteró su inocencia. "Esta ha sido la experiencia más dolorosa que me ha tocado enfrentar en la vida", señaló el parlamentario junto con agregar que los avances de la investigación "confirman lo que siempre hemos sabido, que yo no tuve ninguna responsabilidad en los hechos".
Respecto de una eventual negación de ayuda al cabo Garrido cuando agonizaba en el pavimento y un examen tardío de alcoholemia, ante esas dudas Quintana respondió que "se han dicho muchas cosas, yo sólo me puedo hacer cargo de las cosas serias. Se dijo que había bebido, que los documentos estaban vencidos, que nos habíamos dado a la fuga, que había forcejeo; todo eso es mentira".
El senador reconoció que a cinco meses de la tragedia, no ha conversado con los familiares de la víctima y que el único acercamiento lo tuvo su esposa, Susana Aguilera, al día siguiente del atropello.
Familiares
Tras el término de la reconstitución de escena, la familia del uniformado, liderada por la madre, María Carril Sáez, se reunió en torno a la animita, prendieron algunas velas y afirmaron con fuerza dos retratos del cabo Garrido.
"Lo que se pide es transparencia, que no andemos con cosas turbias, que las diligencias que se solicitan se hagan a tiempo. Se supone que esto es un caso importante, entonces yo creo que lo primordial es resolverlo a la brevedad", señaló el hermano mayor del policía, David Garrido, junto con reclamar justicia. "Si el senador no pidió disculpas en su momento para qué pedirlas ahora. Cuando debieron haber llegado las condolencias no llegaron, ahora yo creo que de mucho no sirve", sentenció.
Por su parte, el hermano menor de la víctima, Pedro Garrido, agregó que "Quintana solicitó que nosotros no estuviéramos (en la reconstitución) porque cree que somos igual que él, un asesino, pero todo Chile sabe lo que pasó y si no hay justicia aquí en la tierra la habrá en el cielo".
En tanto, la hermana del cabo Garrido, Gabriela, finalizó diciendo que "en ningún momento ni él ni la señora se acercaron a nosotros (…) estamos muy dolidos, es volver a revivir todo lo que pasó esa noche".