El cigarrillo electrónico podría ser tan adictivo como uno tradicional
normativa. En algunas partes del mundo está prohibida su venta a menores de edad.
redaccion@mediosregionales.cl
Ante la arremetida legal en algunos países -entre ellos Chile- contra el aumento del tabaquismo, los cigarrillos electrónicos cada vez son más recurrentes en los fumadores que buscan dejar de depender del tabaco tradicional.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista Chemical Research in Toxicology, perteneciente a la Sociedad Americana de Química (ACS, en inglés), asegura que este cigarrillo puede ser tan adictivo como uno tradicional, aunque no queme tabaco.
La razón, según los investigadores, es que el líquido del cigarrillo electrónico también contiene nicotina -que es adictiva- y emite sustancias cancerígenas.
Fuera de la preocupación por los posibles efectos que la inhalación de esta mezcla podría tener sobre la salud de los jóvenes, en algunas partes del mundo está prohibida su venta a menores de edad. Algunos expertos dicen que el contenido de nicotina podría llevar a los usuarios a convertirse en adictos a los cigarrillos electrónicos, y que incluso podría servir como puerta de entrada a los cigarrillos convencionales y otras drogas.
Para efectos de la investigación, el equipo liderado por Najat Saliba probaron muestras comerciales de líquidos utilizados en estos dispositivos y encontraron que, en general, la nicotina se encuentra en su forma más adictiva. También determinaron que la real concentración de la nicotina muchas veces no coincide con el etiquetado del producto.
El equipo sospechó que las sustancias base de la nicotina, las cuales determinan su peligrosidad, también podían estar presentes en estos cigarrillos.
Sin embargo, los estudios deben profundizar sobre qué tipo de nicotina se encuentra en los líquidos y cuál es su grado de adicción.
No es el primer estudio de este tipo. Una investigación de la Universidad de Columbia (EE.UU.) publicada el año pasado advirtió que el uso de cigarrillos electrónicos podría ser la puerta de entrada a drogas como la marihuana o la cocaína.