Tal como hace algunos días lo había anunciado el rector de la Universidad de La Frontera (Ufro), Sergio Bravo, ayer un amplio contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros llegó hasta los campus Andrés Bello y de la Salud de la casa de estudios para desajolar a los estudiantes que mantenían una toma de espacios desde el 4 de junio.
Tras no llegar a un acuerdo en el tema del financiamiento durante las negociaciones (específicamente en el costo de la matrícula), el 15 de julio el gobierno universitario informó, a través de un comunicado, que se adelantaría el receso universitario y que las actividades se retomarían el día de ayer.
En una entrevista al diario El Austral, publicada el domingo, Bravo había advertido que, en caso de mantenerse la toma el día lunes, habría nuevos desalojos. Además, llamó a los funcionarios a retornar a la universidad. Ambas situaciones, en efecto, ocurrieron.
DESALOJO
Poco después de las 8 de la mañana, Carabineros se dirigió al campus Andrés Bello de la Ufro, donde desalojó a los estudiantes de manera pacífica.
Diferente fue la situación en el campus de la Salud, donde un grupo de universitarios se encadenó a uno de los accesos como medida de protesta, lo que provocó un duro enfrentamiento entre Fuerzas Especiales y los jóvenes, que dejó a cuatro detenidos.
Noelia Garrido, estudiante y presidenta de la Facultad de Medicina, repudió el actuar de Carabineros que, a su juicio, fue totalmente desmedido.
"Nosotros estábamos fuera del campus y había compañeros que se habían encadenado como medida de protesta en contra del desalojo, cuando llegaron los Carabineros con una fuerza desmedida y comenzaron a golpearnos. A compañeros los ahorcaron, nos tironearon, nos patearon. Repudiamos estos hechos, porque nosotros no opusimos resistencia", aseguró la dirigente estudiantil, visiblemente afectada.
Como "vergonzoso y desmedido" calificó el desalojo Ricardo Lüer, presidente de la Federación de Estudiantes de la Ufro (Feufro), quien sostuvo que "esto es una evidencia de la incapacidad del gobierno universitario para resolver los conflictos".
Además, Lüer informó que hubo una cancelación de la reunión que debía sostenerse ayer entre la Feufro y el gobierno universitario.
A pesar del desalojo, el dirigente estudiantil también afirmó que, tras varias asambleas de carrera, la voluntad de continuar la paralización de actividades se mantiene intacta.
"Hoy ningún estudiante llegó a clases, como había llamado el rector, sino que se sumaron a las asambleas a discutir y definir el curso a seguir, para concretar las demandas que nos mantienen movilizados", expresó Lüer.
DAÑOS
En tanto, el rector de la Ufro, Sergio Bravo, manifestó que el día fue muy complicado tanto por el desalojo como por un enfrentamiento entre funcionarios y estudiantes, que dejó un trabajador herido. Sin embargo, para la autoridad universitaria el mayor dolor está relacionado con el daño de la universidad.
"Hay una pena, una impotencia por lo que han hecho con la institución. Los funcionarios están haciendo inventarios, pero está claro que se han robado muchos computadores, data, hay mucho daño a las instalaciones, robos informáticos. Estos son días negros para la universidad", afirmó.
Respecto a las negociaciones, la autoridad universitaria sostuvo que siempre está la disposición al diálogo en la medida que se retorne a la normalidad. Sin embargo, aseguró que habrá sumarios por los daños materiales que existieron y que las conversaciones se reanudarán una vez finalizado el catastro de perjuicios.
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días duró la toma de espacios llevada a cabo por los estudiantes, quienes mantendrán el paro de actividades.
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puntos son parte del petitorio. El desacuerdo en el eje de financiamiento mantiene la movilización.