Alrededor de $100 millones en daños a la infraestructura y robos en los distintos edificios de la Universidad de La Frontera (Ufro) dejó la ocupación de espacios llevado a cabo por estudiantes durante 53 días, según informó el vicerrector académico de la casa de estudios, Rubén Leal.
Los estudiantes comenzaron el paro de actividades y la toma de espacios a inicios de junio, por considerar insatisfactoria la respuesta del gobierno universitario respecto al pliego de demandas de 33 puntos. Luego de mesas de negociaciones, de quiebres en las relaciones y de tres desalojos de Carabineros, este lunes los funcionarios volvieron a ingresar a las dependencias de la universidad, momento en el que constataron la existencia de diversos daños al interior.
"Luego del desalojo, los vicerrectores recorrimos personalmente cada uno de los edificios de la universidad. Lo menos que puedo decir respecto al panorama es que era desolador. Esto por el nivel de destrucción de mobiliario, de equipamiento, el desorden, la suciedad. Realmente uno se pregunta si sólo fueron estudiantes los que estuvieron en la toma. Yo quiero pensar de que no fueron ellos", aseguró el vicerrector.
Leal, además, asegura que a través de los inventarios que están realizando los mismos funcionarios también se ha detectado el robo de equipos, computadores portátiles y data show.
"Desde ayer estamos haciendo una relación de las destrucciones y robos, lo que no ha sido fácil. Pero de acuerdo a las primeras informaciones podemos decir que los daños bordean o superan los $100 millones", sostuvo.
Sin embargo, el académico afirma que la pérdida material va unida a dos destrucciones que son más importantes desde su perspectiva: la destrucción de la imagen institucional y el daño al capital humano de la universidad.
"Durante más de 50 días los académicos y funcionarios no podían ingresar a sus lugares de trabajo, no han podido cumplir con sus funciones. Hay investigaciones que han sido interrumpidas y destruidas que implican un aporte en materia de conocimiento", indicó.
Respecto a la utilización del vehículo solar Antu Car como barrera en uno de los accesos, Leal afirmó que "quizás para alguien no tenía mucha importancia, pero ahí también había esfuerzo, creatividad, trabajo".
ROBOS INFORMÁTICOS
Además de estos daños, Leal asegura que también hubo robos informáticos en el periodo de la toma.
"Uno de los pabellones que fue tomado fue el de Administración y Finanzas. En ese lugar, los estudiantes sacaron una gran cantidad de información reservada. Algunos documentos fueron destruidos, algunos robados y otros subidos a redes sociales. Esto, junto a la intervención de algunos correos, son situaciones graves", expresó.
Frente a esto, el vicerrector informó que el equipo jurídico de la universidad está recopilando todos los antecedentes para presentar las acciones judiciales que correspondan.
NEGOCIACIONES
Según informó Leal, ayer en la mañana estudiantes nuevamente se tomaron algunos pabellones de la universidad, con el fin de mantener las medidas de presión.
En este escenario, las relaciones entre el gobierno universitario y la Federación de Estudiantes de la Ufro (Feufro) se mantienen quebradas porque, por un lado, las autoridades exigen que se deponga la toma para conversar, mientras que los estudiantes condicionan el fin de la ocupación a un acuerdo satisfactorio en el eje de financiamiento.
"Yo recibí al presidente de la Feufro y le expresé que nosotros podríamos tener una disposición a negociar, pero no en toma; sin embargo, la respuesta fue la toma de cinco pabellones. Entonces, yo me pregunto ¿hay una disposición real para solucionar el conflicto? Yo pongo en duda que sea el petitorio lo que a ellos les preocupa".
Frente a este complejo panorama, Leal sólo visualiza una solución: el retorno de los estudiantes a las aulas.
"Nosotros llamamos a retomar las actividades académicas. Han habido clases, muy pocas, pero se han ido incorporando estudiantes. Tengo la esperanza de que en los próximos días ese gran número de estudiantes que quiere su formación se va a ir reincorporando a las clases", sostuvo.
Durante el día de ayer no se pudo obtener la impresión sobre este tema de Ricardo Lüer, presidente de la Feufro, por encontrarse en asambleas estudiantiles.
Tres han sido los procedimientos de desalojo que han llevado a cabo Fuerzas Especiales, los que a juicio de los estudiantes se han excedido en la violencia. En este contexto, el tercer desalojo dejó un saldo de cuatro estudiantes detenidos, que se habían encadenado a los portones de ingreso del campus de la Salud. Estudiantes de la Federación, Feufro, han señalado que el gobierno universitario ha incitado la violencia, a través de "su incapacidad para resolver el conflicto" de una manera acorde a su experiencia en el cargo.
El 4 de junio estudiantes comienzan el paro y la toma, por considerar insastisfactoria la respuesta al petitorio.
El 8 de julio se reanudan las negociaciones, pero el 15 de julio finalizan por el desacuerdo en el financiamiento.
El 17 y 21 de julio Carabinero s desaloja los campus, pero estudiantes vuelven a ocuparlos como presión.
El 27 de julio es indicado como el día para volver a clases por el gobierno universitario, y nuevamente ocurre un violento desalojo.
55
días lleva el paro de los estudiantes, quienes consideran que es insuficiente la respuesta económica.
$100
millones es el costo de los daños ocurridos en la toma, según informa preliminarmente el vicerrector.