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Hace 53 días, estudiantes de la Universidad Católica de Temuco (UC Temuco) comenzaron un paro indefinido y una ocupación de los campus, con el propósito de garantizar espacios adecuados para participar en asambleas y elaborar un pliego de demandas, que fue entregado al gobierno universitario a fines del mes de junio.
A partir de entonces, se llevaron a cabo tres mesas de trabajo, proceso de negociaciones que se quebró hace más de dos semanas. Múltiples desalojos, una calendarización que ha provocado divisiones, sumarios y una querella judicial también han marcado este periodo de casi dos meses que, a juicio del rector, Aliro Bórquez, ha dañado a la universidad.
-Lo que lamento es que después de ocho o nueve años de no tener federación, nosotros hicimos todos los esfuerzos para que se formara. Entregamos todo el apoyo a los estudiantes. Incluso, teníamos un plan de trabajo, porque me parece importante la opinión de los estudiantes para el buen funcionamiento de la universidad. Entonces, creo que es injusta esta movilización.
-Un día antes de que comenzara la toma yo llamé a la Feuct y estuvieron sentados en mi oficina. Les pregunté "¿por qué quieren tomarse la universidad?" y me dijeron que era porque no tenían una franja protegida (horario libre de actividades académicas). Yo les ofrecí la franja, entonces no se justifica que para construir un petitorio se hayan tomado la universidad. Me parece triste y creo que detrás de esto hay otras razones.
-Creo que hay grupos interesados en generar caos, en que no haya respuesta a los petitorios. No puedo entender que, sentándonos con los estudiantes y estando de acuerdo en firmar, después de dos días desconozcan todo.
-Hubo tres reuniones y no participé. Los acuerdos de diálogo fueron organizados desde el Comité Directivo. Fue este comité el que decidió cómo se llevarían a cabo las negociaciones. Los estudiantes dicen "el rector no está", pero yo participo todas las semanas en el Comité Directivo.
-El avance fue el documento que firmamos. En una reunión estuvieron los tres vicerrectores y la mesa de la federación. Ellos presentaron una "agenda corta", se conversó sobre esos puntos y la propia Feuct pidió que los vicerrectores redactaran sobre lo que se había conversado. En la reunión siguiente se llegó con la redacción y hubo una discusión punto por punto. Ellos dijeron que querían salir con un acuerdo firmado y firmó toda la mesa.
-Ellos lo desconocieron totalmente. En la asamblea rechazaron casi el 70% y a raíz de eso decidimos publicar el acuerdo, con la firma de todas las personas. A partir de ahí tomamos la decisión acorde con nuestra obligación, que es hacer funcionar la universidad.
-Los estudiantes se han comenzado a incorporar, y han dado pruebas y exámenes. Hasta ayer teníamos más del 75% de las actas cerradas y el lunes comenzamos el segundo semestre.
-Me parece muy injusto todo lo que han hecho, que denosten a la universidad, que generen temor en los funcionarios, que hayan intentado paralizar las actividades. Creo que aquí se sobrepasó todo lo que puede ser tolerable. Se agredió a un funcionario y yo mismo fui víctima en mi vida personal. Me siguieron, me fotografiaron y me denostaron. No puedo entender que estudiantes nuestros hagan eso. Los culpables tienen que dar cuenta de estos hechos.
-Yo esperaría que este grupo de estudiantes no siguiera insistiendo en generar desorden, que se reintegren a clases y que así se genere un espacio para sentarnos a conversar con la Feuct sobre el petitorio. Lo que no tenemos que olvidar es la misión fundacional y yo no voy a permitir que nos alejemos de ella. Esta es una universidad católica al servicio de las personas vulnerables de la Región, que aporta desde el conocimiento.