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Una serie de diligencias realizan Carabineros y la Fiscalía para esclarecer el asesinato de un anciano de 77 años ocurrido en la tarde de ayer en el sector Pueblo Nuevo de Temuco. El hombre fue encontrado con múltiples lesiones cortantes en su abdomen y según la investigación que lleva adelante el Ministerio Público, los datos preliminares revelan que se trataría de un parricidio cometido por el hijo de la víctima.
El occiso fue identificado como José Elías Gajardo Ulloa, quien fue hallado al interior de su domicilio, ubicado en el número 3055 de la calle 11 Oriente de la población Aurora, con lesiones provocadas con un arma blanca y que son atribuibles a terceras personas.
HALLAZGO
El cuerpo del hombre fue encontrado por efectivos del Plan Cuadrante de Carabineros, tras el llamado realizado por vecinos de la víctima, quienes indicaron que en la casa-esquina ocupada por el anciano y su hijo de iniciales M.A.G., se habría cometido un asesinato.
A su llegada al sitio del suceso, los carabineros encontraron el cadáver de Gajardo Ulloa tendido en el living de su casa. Según señaló el mayor de Carabineros y jefe de la Segunda Comisaría, Cristian Fernández, "en el sitio del suceso fue encontrado además el hijo de la víctima, quien fue detenido y llevado hasta la unidad policial".
Fernández sostuvo que el hombre (de 44 años) al ser aprehendido no prestó ninguna declaración a los efectivos policiales, ya que aparentemente presenta algún grado discapacidad mental.
Antecedentes preliminares aportados por el Ministerio Público indicaron que el hombre padecería de una enfermedad psiquiátrica, situación que deberá ser precisada a través de peritajes.
"A primera vista da la impresión que el detenido presenta algún tipo de enfermedad mental, sin embargo, no se ha podido establecer ese hecho, ya que no ha sido posible hasta el momento encontrar un documento o certificado que determine su estado de salud", sostuvo el comisario de la policía uniformada.
Tanto la víctima como el presunto autor del parricidio vivían solos en el domicilio y de acuerdo a la declaración de testigos y vecinos, algunos familiares los visitaban esporádicamente, precisó el mayor Fernández.
Respecto al arma homicida, el oficial de Carabineros comentó que "al interior del dormitorio, encima de un velador fue hallado un cuchillo, el que de acuerdo a la investigación que se lleva adelante habría sido utilizado para cometer el crimen".
PESQUISAS
El mayor Fernández además sostuvo que "el hijo de la víctima al ser detenido presentaba en sus ropas rastros de suciedad y tierra, por lo que es materia de la investigación determinar si es posible encontrar restos orgánicos de la víctima en la vestimenta del hijo".
Del hecho fue informado el fiscal de turno, Cristian Gacitúa, quien instruyó al Labocar de Carabineros y al OS-9, desarrollar la investigación del caso.
El personal policial trabajó durante varias horas al interior del inmueble buscando evidencia para esclarecer del brutal crimen.
El cuerpo de la víctima, en tanto, fue levantado y trasladado hasta el Servicio Médico Legal donde se le practicarán los exámenes tanatológicos.
El presunto autor del crimen fue trasladado hasta la Segunda Comisaría de Temuco y hoy será puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Temuco para la audiencia de control de la detención. En ella el fiscal podrá formalizar cargos o solicitar ampliar la detención a la espera de informes periciales de la policía.
CASO SIMILAR
El parricidio hizo recordar al crimen del profesor Henry Aravena Fernández (60), que en enero de 2014 fue asesinado a martillazos por su hijo de 27 años, Henry Aravena Letzkus, quien padecía de esquizofrenia.
El crimen conmocionó a la villa Trianón de Temuco por la violencia con que actúo el primogénito de la víctima.
El joven fue condenado por el Tribunal Oral de Temuco como autor del delito de parricidio a 15 años y un día de internación en dependencias del Hospital Psiquiátrico Dr. Phillip Pinel de la comuna de Putaendo.
En el juicio oral se estableció que el condenado padecía una esquizofrenia que fue diagnosticada cuando tenía 18 años, pero tuvo mala adherencia al tratamiento ambulatorio.