Emprendedora innova con productos hechos con copihues
EN LONCOCHE. "Florahue" es la marca que a través de licores, mermeladas y chocolates, busca posicionar a la flor nacional en el mundo gourmet.
Durante años, Verónica Cortés se dedicó a la elaboración de mermeladas con distintos frutos locales, tanto para consumo personal como para la venta. Sin embargo, y a pesar de sus sabrosas preparaciones, fue la innovación culinaria la que la llevó a hacer más rentable su negocio: se trata de mermeladas y licor a base de la querida flor nacional, el copihue.
"Me di cuenta que se hacían mermeladas con flores y me pregunté: ¿Por qué no con copihue? Investigué y supe que no hacía mal. Como estoy rodeada de estas flores en mi casa, decidí salir a recolectar", recuerda la emprendedora, oriunda de Loncoche, una de las zonas del país donde aún se mantiene la flor en condiciones naturales y de manera abundante.
Fue así como empezó a manipular pétalo a pétalo y a prueba de errores, aprendió. "De primera no me quedaba bien, pero fui mejorado hasta que logré el punto de cómo se debe consumir", señala. Así también, debe dedicar bastante tiempo para hacer el licor, un trabajo que le demanda alrededor de seis meses para obtener el sabor perfecto.
Copihuera nacional
Sin embargo, no cualquier puede llegar y cosechar esta flor protegida, y para realizar estos productos Verónica cuenta con la autorización necesaria para hacer de su emprendimiento el más original de la zona.
"Tengo permiso para comprar alcohol y aguardiente, además soy copihuera nacional. No es llegar y sacar el copihue", afirma.
Su creatividad y esfuerzo fue premiado en la última Feria de Navidad organizada por la oficina de Villarrica de Fondo Esperanza (FE), institución sin fines de lucro que promueve el emprendimiento femenino.
Este estímulo, sumado a su constante presencia en ferias artesanales y dedicadas al mundo gourmet, se han convertido en un impulso para seguir luchando por cumplir su sueño: ser reconocida en todo el país como artesana de mermelada en conserva.
Junto a sus compañeras del Programa Jefas de Hogar de la Municipalidad de Loncoche, decidió integrarse a esta banca solidaria, para fomentar sus respectivos negocios. "Todas teníamos ganas de contar con un apoyo, por lo que no fue difícil juntar a las personas y formar el grupo", cuenta. "Pioneras de Loncoche" fue el nombre escogido para el primer Banco Comunal (BC) de la comuna.
"Somos pequeños productores que necesitamos capital para comprar los materiales y lo conseguimos gracias a Fondo Esperanza", dice.
Proyecciones
Además de dar a conocer su trabajo en todo Chile, otra de las aspiraciones de esta emprendedora loncochense es instalar su propia sala de procesos, pero con resolución sanitaria con el fin de preparar más y mejores mermeladas, chocolates, galletas y licor de copihue, con el fin de comercializarla en mayor volumen y a mercados cada vez más exigentes.
"Por años mis hijos fueron lo primero, ahora ellos están grandes y graduados de la universidad. ¡Es tiempo para mí!", afirma.