La compañía de teatro Viejos Pingüinos de Temuco presentará este miércoles 30 de septiembre, a partir de las 20 horas, su cuarto montaje independiente llamado "La culpa", obra que vivirá su única función sobre el escenario del Aula Magna de la Universidad Católica de Temuco de manera gratuita, sin previo retiro de invitaciones.
De esta manera, la obra -escrita y dirigida por Luis Hernán Barra- es protagonizada por dos jóvenes actores: Afonsina Scheihing y Adrián Arriagada, quienes interpretan a una pareja que tras siete años de matrimonio entra en la "típica" crisis.
Así lo señaló Barra, director y dramaturgo del Teatro Viejos Pingüinos, para quien "hay siempre entre ellos una sensación de culpabilidad mutua, y esa culpabilidad mutua aparentemente no tiene sentido hasta que le van descubriendo el sentido a esa culpa".
Además, el también docente agregó que "la obra tiene que ver en cómo la culpa está presente en nuestra sociedad en todos los aspectos, cómo nos determina en relación a nuestros intereses de vida, nuestros interés de consumo, etcétera. También, es una analogía de cómo nos comportamos socialmente o de cómo ciertos elementos como la religión, la educación, nos llenan de supuestas culpas".
LA OBRA
"La culpa", montaje que deleitará al público que llegue hasta las inmediaciones del Campus San Francisco de la casa de estudios superiores ubicada en Manuel Montt 56, durará 55 minutos, tiempo en el que se construirá una historia en base al extraño y absurdo diálogo de una pareja contemporánea de "clase media": Sara y Juan.
De esta manera, y tras vivir la "típica" crisis matrimonial, se darán cuenta, a través del diálogo, de cuál es la verdadera razón de su conflicto. Así, se irán enfrentando, paulatinamente, al sentido de sus vidas, de su relación, sus diferencias, lo que los une y lo que los distancia.
"Es un montaje dinámico, no es obra densa ni existencial, tiene de todo, utiliza bastante el humor negro, es entretenida. Yo la recomiendo para que la gente ría, pero además para que reflexione sobre las relaciones humanas", agregó Barra en cuanto a una puesta en escena que contará con la participación de José Cofré en la iluminación y sonido.
LA COMPAÑÍA
La compañía de Teatro independiente Viejos Pingüinos, nació en 2009, cuando realizaron el montaje de la obra "Molinos de viento", autoría de Barra, la que hablaba sobre un joven académica e intelectualmente "sobrecalificado" e idealista que buscaba "cambiar el mundo", pero que en el proceso se encuentra con una serie de contradicciones y absurdos.
El 2010 estrenan "Narciso TV", mientras que en 2011 y 2012 presentan "Juana. Calle alegría y muerte", obra que aborda el tema de la marginalidad y el abandono. En 2013, en tanto, llevan a cabo el primer montaje perteneciente a otro autor, se trata de "La mala clase" (ganadora del Altazor 2010) de Luis Barrales.
"Los actores trabajan conmigo hace tiempo, uno de ellos incluso trabajó conmigo desde la enseñanza media. Yo soy profesor de enseñanza media y digamos que en la compañía de teatro Viejos Pingüinos, el nombre habla un poco de eso, partió desde ex estudiantes que siguieron trabajando en teatro de manera independiente", concluyó el director y dramaturgo.
Jorge Fredes: "El producto
Sus creaciones han estado presentes en los certámenes más importantes del arte textil internacional. Ha recorrido Chile de punta a punta compartiendo su experiencia en esta materia y también retroalimentándose principalmente con la sabiduría de las portadoras del saber ancestral de cada zona.
Se trata de Jorge Fredes Leiva, investigador, diseñador y artista visual especializado en técnicas textiles, quien recientemente, gracias a un proyecto Programa de Apoyo al Emprendimiento Corfo, aterrizó en La Araucanía para capacitar a artesanas mapuches pertenecientes a la Cooperativa Witraltu Mapu de Padre Las Casas, esto con el fin de enseñar nuevas técnicas que les permitan potenciar un sello de innovación tradicional en sus productos.
LA ARAUCANÍA
"Decir Araucanía es hablar de una energía potente en lo ancestral, pero creo que lo que más me ha convencido para embarcarme de lleno en este proyecto, es la gran riqueza del grupo humano que lo compone, que es fundamental porque trabajo mucho desde las emociones y cuando se me convoca con una misión social eso me entusiasma", señaló Fredes, para quien la gran preocupación de los diseñadores es justamente la búsqueda de rescatar la ancestralidad.
"Materia prima hay y hay que potenciarla. La proyección a futuro hacia el exterior a mí me parece vinculante y la sociedad debe estar consciente de que el producto que generan nuestras artesanas es para el mundo con una identidad propia país y qué mejor que poder exportar nuestra riqueza cultural, sea por innovación o tradicional, eso me parece un camino fantástico", concluyó el diseñador.