Acusan prácticas abusivas en Colegio Cumbres de Labranza
MOVILIZACIÓN. Apoderados y estudiantes comenzaron un paro indefinido para exigir el despido de la directora y de una profesora.
Tras una manifestación que protagonizaron ayer en la mañana (que se suma a otras dos anteriores), apoderados y estudiantes del Colegio Cumbres de Labranza determinaron iniciar un paro indefinido de las clases en la sección de enseñanza media, por lo que ellos califican como "prácticas abusivas" de la dirección del colegio en la expulsión de alumnos, situación que se manifiesta, sobre todo, en las agresiones de una profesora.
"Ante la nula respuesta que hemos recibido a los reclamos (...), decidimos iniciar este paro, con el que esperamos que se desvincule del colegio tanto a la profesora por las agresiones cometidas, como a la directora por avalar la situación", dijo María González, presidenta del Centro de Padres y Apoderados del establecimiento.
Según relata González, desde el año pasado la profesora en cuestión ha agredido de manera psicológica a varios estudiantes de educación media, enrostrándoles su situación económica, alardeando su posición de poder y provocando a los alumnos, para luego acusarlos de malas conductas en anotaciones negativas.
En esto coincidió Roxana Zelaya, integrante del Centro de Padres y Apoderados, que también aseguró que la profesora agredió físicamente a dos estudiantes de media, quienes se retiraron del establecimiento, y a otras dos docentes. Una de ellas habría hecho una denuncia a la Fiscalía, pero declinó referirse al tema, mientras que la otra se encontraría con licencia médica.
EXPULSIÓN, LA CAUSA
La naturaleza agresiva de la profesora y su vínculo de amistad con la directora son, según las apoderadas, aspectos que han motivado esta situación de violencia en el colegio y la han mantenido. Sin embargo, Zelaya asegura que lo que realmente se persigue con el acoso es que los estudiantes que tienen un rendimiento más bajo dejen el establecimiento.
"Acosan a los niños con bajos rendimientos y luego presionan a los papás para que los retiren, con el fin de tener sólo alumnos con promedio de 5,6 para arriba. Por eso desde el año pasado se han retirado tantos alumnos", sostuvo.
Pero González va más allá. "El trasfondo de esto es que (...) las subvención que está destinada para trabajar con alumnos a los que más le cuesta no la ocupan en eso. Por eso quieren que se retiren", dijo.
De acuerdo a lo que informan las apoderadas, tras numerosos intentos lograron reunirse con los directivos del establecimiento, pero aseguran que la única respuesta que han recibido es que "los estudiantes expulsados no se han apegado al reglamento interno".
Es por ello que han recurrido a la Superintendencia de Educación, donde actualmente están en curso 16 denuncias, según informó el seremi de Educación, Marcelo Segura.
"Esto (las denuncias) no es casual y nos indica que ha habido un problema grave de gestión al interior (...), que no está teniendo como referencia central la convivencia escolar, que es la base de cualquier proyecto educativo".
Asimismo, el seremi indicó que frente a esta situación hay dos caminos que seguir: "El de la institucionalidad (...) que puede derivar en infracciones, y por otro lado, el control social desde los apoderados, quienes pueden evaluar el desempeño del colegio y en función de eso tomar la decisión de matrícula el otro año".
En una carta, la directora del colegio, Patricia Guerrero, manifestó que "rechazamos unánimemente el desprestigio que algunos alumnos, apoderados y profesores han realizado a través de distintas redes sociales a nuestro colegio (...)". Sobre el tema laboral agregó que "desmentimos que exista un clima laboral en base a agresiones de cualquier tipo".
"Esperamos que se desvincule del colegio tanto a la profesora por las agresiones cometidas, como a la directora (....)".
María González,, presidenta del Centro de Padres
"Esto (las denuncias) nos indica que ha habido un problema grave de gestión al interior de la comunidad educativa".
Marcelo Segura,, seremi de Educación