Presupuesto con enfoque de corto plazo
Sin dudas un paso importante que ayuda a posicionar un rubro de insospechadas proyecciones, toda vez que la gastronomía de la zona costera tiene características que la hacen única. Los desafíos del agro, la mecanización y la productividad de la tierra también son aspectos relevantes que contribuyen al crecimiento.
El erario fiscal para el próximo año, sin duda que está orientado a satisfacer las demandas actuales de la ciudadanía que se manifiestan en la gratuidad de la educación, las coberturas e infraestructura de salud, trabajo y previsión social, es así como las tres carteras que incorporan estos ítems se llevarán cerca del 60% del gasto público de acuerdo al proyecto de Ley de presupuestos 2016.
Se entiende la validez de estas mejoras y no cabe duda que falta mucho por avanzar en estos aspectos, sin embargo, debemos vigilar la proporcionalidad de estos egresos respecto de carteras que también requieren una inyección potente de capital, dado que son las que impulsan el crecimiento económico y la producción de largo plazo. En este contexto si bien las intenciones de la agenda de productividad, innovación, crecimiento y aporte a las pyme de la cartera de economía son buenas y bien intencionadas, estas pesan menos de 2% del nuevo presupuesto, si consideramos que precisamente nuestro desafío de competitividad país se centra en estos temas, entonces algo no cuadra. Otro déficit creciente de nuestro sector productivo es el alto costo de la energía que nos hace menos competitivos, aquí la nueva política energética es relevante, sin embargo, su peso relativo en el presupuesto es menor al 0.5%.
Los desafíos del agro, la mecanización y la productividad de la tierra también son aspectos relevantes que contribuyen al crecimiento, este ítem pesa menos del 1,5% en los gastos proyectados. Estos casos son sólo una muestra de que el énfasis del gasto fiscal viene orientado a las demandas de corto plazo y resta importancia a carteras relevantes que están enfocadas a mejorar la estructura de la capacidad productiva de nuestra economía en el largo plazo, al final del día este sector productivo es la fuente de ingresos que permite a los gobiernos incrementar su recaudación tributaria y generar mejoras en la distribución de los ingresos y el bienestar social. Esperemos se revisen estas partidas, así como también la inyección de recursos en regiones con rezago productivo y de empleo a objeto de que el nuevo presupuesto sea más equilibrado.
Humberto Salas, Universidad de Autónoma de Chile