Atentado a los Luchsinger
Ante el nuevo atentado terrorista que afectó con un incendio a la lechería de la familia Luchsinger, el ministro del Interior anunció el uso de todos los medios para asegurar el Estado de Derecho en la investigación de este deleznable hecho.
A mí me gustaría saber con la misma fuerza del ministro, ¿Cuándo se obtendrán resultados efectivos si no encuentran culpables? Como ya es tradicional.
Llevamos años viendo la incapacidad del "Estado de Derecho" y el Gobierno, mientras la delincuencia se enseñorea en La Araucanía.
Reinaldo Navarrete
Apoyo a Camilo Salvo
Aunque no se perciba, ha sido una resolución ciudadana, propuesta por el señor alcalde de Temuco y ratificada con el Concejo Municipal, designar con el nombre de Camilo Salvo Inostroza al nuestro Teatro Municipal; obedeciendo, sin lugar a dudas, a un mayoritario consenso popular de rendir homenaje en vida a un hombre público que ha dedicado gran parte de su existencia a mejorar la convivencia social, luchando por los que más sufren la ignominiosa brecha existente en nuestra sociedad entre ricos y pobres. Sin lugar a dudas al detractor de la iniciativa en comento, esta impronta social no le interesa y seguramente está de parte de los que gozan actualmente de los privilegios del desarrollo, por ser los poseedores del capital y del dinero, olvidando y postergando de ello a la fuerza laboral que precisamente impulsa este desarrollo y cuyo efecto hasta ahora no es debidamente apreciado y reconocido. Los seres humanos de espíritu libre, solidarios y fraternos apoyamos la iniciativa comentada y cerramos fila junto a Camilo, expresándole nuestra admiración y respeto.Carlos Reyes Hernández
Problemas en la feria
Felicito a la señora Rosa Muñoz por su gran valentía de escribir y reclamar por estos hechos que ocurren en la Feria Pinto. Soy una vecina que por muchos años hago mis compras en la feria, pero últimamente se ha hecho difícil poder hacerlas, por estos hechos. Súmele a esto el gran número de señores y jóvenes de casacas verdes, que a mi parecer es muy poco lo que hacen, solo les he visto parados en las esquinas, de a 3 conversando, sin prestar ningún servicio, obstaculizando y generando problemas con la gente que se saca la mugre trabajando, la mayoría de ellos de madrugada para así poder llevar el sustento a sus hogares.
Sandra Fernández
Corbalán y la impunidad
Parece que una falta a la disciplina de Gendarmería, cometida por el interno Álvaro Corbalán Castilla, es más importante, para este malhechor, que los crímenes cometidos y por los cuales se encuentra procesado. Son varios hechos, entre ellos fue condenado a cadena perpetua por el vil asesinato del carpintero Juan Alegría. Son varios, tanto los activos como pasivos, que aún se encuentran impunes, sin proceso y gozando de suculentas pensiones y beneficios con cargo al erario fiscal.
Raúl Figueroa Vergara
La ruta al Congreso
La historia política del país ha mostrado un preferido acceso al Congreso desde agresivas reivindicaciones callejeras, siempre lideradas por alguien de fácil y convincente expresión en diferentes grupos sociales. Deseo referirme de nuevo y en especial a los dependientes del Estado, cuyas labores se prestan para presionar sin consideraciones - como la reciente del Registro Civil - aparentemente terminada y con ganas de reiniciarla.
En forma natural dichos dirigentes se van renovando generacionalmente, hombres y mujeres, como líderes de estos grupos humanos, demostrado que en el fondo ellos pretenden su propio surgimiento hasta situarse en cómodos y convenientes sillones parlamentarios, varios de quienes aprovechan la modernidad para "volarse" cibernéticamente mientras cumplen sus horarios, levantando su mano para aprobar la ley de turno.
Estos elocuentes y ambiciosos "emprendedores" se nutren de las huelgas incondicionalmente - sin las cuales no podrían sobrevivir - y aunque alcancen sus propósitos al sentarse como parlamentarios, siempre dejarán un pie en la calle "por si las moscas", como lo ha confirmado Camila, sinceramente.
Las huelgas tienen su origen desde filosofías de izquierda que invariable y persistentemente intentan defender a las clases asalariadas de la explotación empresarial, como si la humanidad pudiera surgir prescindiendo de la iniciativa privada. Es evidente que si los empleados públicos eligen la presión de la calle es porque sus remuneraciones han perdido el ritmo de las compensaciones del costo de vida, situación que depende de la capacidad de un gobierno para dirigir bien su desarrollo. El actual va equivocado.
David Benavente