Cena de pan y vino
Hace treinta y dos años, diferentes hombres ligados al mundo empresarial, político, artístico y social aceptaron la invitación del padre Renato Poblete para compartir una sencilla cena de "Pan y Vino"; ocasión que el capellán del Hogar de Cristo en aquella época aprovechó para dar a conocer la obra del Padre Hurtado y con ello comprometer las ayudas necesarias para ir en beneficio de los más pobres y excluidos.
Desde entonces, esta gran cena solidaria nos ha permitido celebrar alegremente el trabajo que hace 71 años inició nuestro fundador, y que hoy nos permite acoger con amor y dignidad en nuestra Región a más de 1000 mil chilenos y chilenas que viven en la pobreza y la exclusión social, a través de la labor que realizamos diariamente en casi 40 programas existentes en la zona.
Asimismo, la Cena Pan y Vino se ha convertido en una instancia que periódicamente permite el encuentro de dos mundos distintos que hoy se encuentran inmersos en una profunda crisis de confianza, pero que esperamos, esta ocasión los convoque a restituir aquellos lazos de confianza que se han diluido y que son tan necesarios para juntos construir un país más justo.
En este sentido, el mensaje del primer santo chileno resulta ejemplificador. Hace más de 70 años nos interpeló fuertemente por las desigualdades que mantenían al 60% de nuestra población inmersa en la pobreza y exclusión; pero siempre confiando en la idea de que podíamos transformar las crisis de confianza en oportunidades para lograr que el país fuese de todos.
Es por eso que seguimos invitando a más chilenos de corazón generoso a seguir apoyando esta obra y agradecemos a los miles de socios, voluntarios y trabajadores que día a día entregan lo mejor de sí para seguir sumando sonrisas entre nuestros acogidos y que nos ayudan a entender que frente a nosotros está la oportunidad de avanzar hacia un país más justo, inclusivo y solidario.
Sergio Quezada, director ejecutivo Sede Araucanía Fundaciones Hogar de Cristo
Chile más inclusivo
El superar los miles de millones de pesos es parte de la meta, los chilenos por 27 horas olvidan todos sus problemas personales y económicos y hacen su aporte a esta noble causa, liderada por Don Francisco, junto a personas conocidas y anónimas, todos tras el mismo objetivo, mantener en funcionamiento a los centros de la Teletón, pero…¿La sociedad chilena en general está abierta a incluir en plenitud a todos los chilenos que con grandes esfuerzos personales, familiares, de especialistas médicos, de todos los que aportaron su granito de arena en cada Teletón, etc. superaron ó superarán sus debilidades físicas quedando en condiciones de ingresar al mundo laboral, educacional, es decir ser uno más, sin mayores atenciones, salvo las que permitan hacer sus vidas más expeditas, o sea de la ayuda a la inclusión plena ?...porque esa debe ser la meta final de verdad, no sirve de nada tener cada día más dinero, si no existe un Chile preparado para incluir a todos los chilenos que ya recuperados y aptos para integrarse al mundo, no cuenten con reales oportunidades de desarrollarse y sentirse personas útiles para la sociedad, …. esto es equivalente a haber estudiado, tener un título profesional y luego no encontrar un lugar para ejercer sus capacidades, tras los grandes esfuerzos de todos…..Chile debe ser más inclusivo…
Luis Enrique Soler
Nula competencia
Es una falacia y un vil engaño asegurar que en Chile rige la libre competencia. Puedo sospechar con pocas posibilidades de equivocarme, que aún hay numerosos carteles que siguen perjudicando el bolsillo de todos los chilenos y que por ineficiencias de Estado fiscalizador y el soborno, ha sido imposible detectarlos. Lo dramático de esto es que la mayoría de estas industrias presentan claros síntomas de estar conspirando como cartel, como son los oligopolios de AFP, Isapres, clínicas, laboratorios farmacéuticos, bancos e instituciones financieras, alimentos y bebidas en general, concesionarias de carreteras, detergentes, supermercados, telefonía, entre otros.
Esta apreciación es coincidente con el análisis que ha realizado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (Ocede), que critica la carencia de competencia en mercados de nuestro país.
Jaime Manuel Ojeda
Sueños
Que amargura la de aquellos que no se permiten soñar. Cuando niño uno alberga numerosos sueños, algunos de los cuales el tiempo se encarga de materializar. Que lejos esos días en que soñaba con aquella niña que no podía alcanzar. Que lejos esos días que imaginaba con ser ingeniero. Que lejos esos días de niño. Hoy, atrapado en la madurez de la vida, me doy cuenta que los adultos muchas veces no se permiten soñar. ¿Por qué? Miedo al qué dirán, vergüenza a los demás. No perdamos esa magia de soñar y alcanzar al menos por unos segundos lo que tanto anhelamos. Nadie dijo que madurar es abstraerse de soñar. Por el contrario, muchas veces esta mágica palabra nos permite sustentar nuestra vida, que por sí arrastra tantas penas y miedos.
Sueña para alcanzar una vida más placentera y tal vez algún día esos sueños de adulto se concretarán.
Rodrigo Pérez