Robinson Tobares
Hoy por hoy, Marco Fernández es uno de los grandes nombres del ciclismo regional. El temuquense, que insinuó mucho como pedalero en su adolescencia ha mostrado todo su potencial en categorías adultas.
Una muestra de su solidez la entregó en el Campeonato Panamericano Máster. En la cita -que se acaba de disputar en Aguadilla, Puerto Rico- el deportista ratificó que está más vigente que nunca y se colgó al pecho cinco medallas.
"Me siento bien. He entrenado duro para alcanzar estos logros. En Puerto Rico enfrenté a ciclistas que tienen experiencia en Juegos Olímpicos y los superé", plantea Fernández.
En el certamen, el ciclista obtuvo medallas de oro en las pruebas de 500 metros y en la persecución por equipos (junto a Ricardo Pruneda, Eduardo López, Patricio Alfaro y Marcelo Peralta), terminó segundo en el scratch y en la persecución individual y ocupó el tercer puesto en la serie de velocidad por equipos.
"Estoy feliz por lo que hice y porque representé de buena forma al ciclismo regional. He tenido una temporada muy buena y he obtenido triunfos en Chile y el extranjero", sostiene Fernández, que en esta entrevista habla de su momento, de sus proyecciones y de su gran sueño: que Temuco cuente con un velódromo.
-¿El ser medallista en un panamericano es un logro inédito en su carrera?
-En Puerto Rico disputé por primera vez un panamericano y alcancé resultados muy positivos. Enfrentar a ciclistas que tienen experiencia en Juegos Olímpicos y derrotarlos es un tremendo logro para mi carrera. Imagínate, tengo 52 años y a mi edad me mantengo compitiendo a alto nivel.
Desarrollo
-¿ A qué atribuye la explosión que ha experimentado como pedalero en la categoría máster?
- Mira, mi carrera tiene hartas particularidades. Yo hice ciclismo en mi juventud y participé en la Vuelta a Chile en 1986. Después dejé de lado este deporte y me dediqué al automovilismo. Hace siete años que retomé el ciclismo y en esta etapa me ha ido muy bien. Me he tomado las cosas en serio y gracias a eso se me han dado estos logros. En esto tiene mucha responsabilidad mi entrenador Sirino Saavedra, que me ha apoyado y me ha entregado las mejores recomendaciones para alcanzar un alto rendimiento.
- Usted destacó en pruebas de velódromo. ¿Cómo alcanzó buen rendimiento en esas series sin contar con un recinto de ese tipo en Temuco para entrenar?
- Tuve que viajar a entrenar algunos días al velódromo de Peñalolén. Allá me pude adaptar un poco para las pruebas de velocidad. Actualmente no contamos con un lugar así en Temuco. La necesidad de contar con un velódromo es cada vez mayor. Tenemos a chicos que son grandes velocistas y que merecen un espacio para entrenar en la Región.
- ¿Ha hecho una petición a las autoridades para evaluar la construcción de un velódromo?
- Varias veces, pero no hemos obtenido respuestas positivas. Hay una necesidad y que no se ha enfrentado.
- Un recinto de ese tipo ¿qué valor tiene?
- No sabría decirlo con absoluta precisión. Lo que creo es que un velódromo de competencia debe costar unos 500 millones de pesos.