Mascotas sufren más como fumadores pasivos en comparación al humano
Ser fumador pasivo es perjudicial para las personas, ya que hay estudios que afirman que respirar el humo del cigarrillo es tan peligroso como consumirlo.
Sin embargo, el ser humano no sería el único afectado. Las mascotas también pueden sufrir las consecuencias de los químicos nocivos que emite el cigarrillo.
Así lo advierte un estudio de la Universidad de Glasgow (Escocia). Los científicos establecieron un vínculo directo entre las actividades de los "amos" fumadores y las enfermedades que sufren los animales, en comparación con quienes viven en un ambiente libre de humo.
Otro factor que estaría involucrado es el tiempo que permanecen las mascotas al interior del hogar y en el que respiran las partículas que retienen alfombras y otros muebles. Las consecuencias para la salud de los animales varían entre el cáncer, el daño celular y el aumento de peso.
Los hallazgos de la investigación indican que los gatos están particularmente en riesgo, ya que su pelaje captura el humo y los químicos ingresan al organismo a través del acicalamiento.
Por su parte, los perros que han sido castrados son más propensos a engordar, lo que se puede potenciar si viven en un ambiente de fumadores.
La académica y veterinaria Clare Knottenbelt, también experta en oncología animal, sostuvo que "nuestros resultados muestran que la exposición al humo en el hogar está teniendo un impacto directo en los animales domésticos".
La razón por la que las mascotas se ven más afectadas que los seres humanos es por su baja altura, lo que otorga facilidades para alcanzar el humo de segunda mano, es decir, el que proviene del extremo de un cigarrillo encendido y el que exhala el fumador.