Diego Ahumada
Mientras el común de la gente está preocupada de los detalles para la cena de fin de año, el matrimonio compuesto por Arzoindo Bascur (74) y Rosenda Araneda (64) sufre una serie de ataques armados en Pidima, comuna de Ercilla, pese a contar con protección policial.
Viven atrincherados en su propia casa e incluso el domingo un carabinero que les brinda resguardo resultó herido por perdigones.
Las víctimas
Los hechos de violencia rural no han cesado en los últimos días. La presidenta de la Asociación de Víctimas de Malleco, Marilí Vallejos (53), sufrió el fin de semana el robo de dos camiones cargados con madera trozada. Aseguró que pese a la buena deposición Carabineros se ve superado y la única opción que les queda es la autodefensa de sus propiedades.
"Esto ya me está superando, me está colapsando porque realmente no sé qué es lo que quiere esta gente (...) a nosotros prácticamente nos estaría quedando la autodefensa pero siempre nos están diciendo busquen la paz, la cordialidad con la gente pero son ellos los que no quieren poner un diálogo sobre la mesa", comentó la dirigenta.
La historia no fue distinta el martes. Tres funcionarios policiales recibieron impactos de escopeta en el Fundo Centenario, propiedad del agricultor Juan De Dios Fuentes. Los afectados culpan a comunidades cercanas que reclaman como propios sus predios. En el caso de la familia Bascur, una parcela de 11 hectáreas en el sector Juan Antinao.
La hija del matrimonio, Jessica Bascur, en plena noche llamó desesperada. "¡Están atacando nuevamente a mis papás! Se escuchan los disparos por el teléfono. Yo estoy en Collipulli y ellos están tirados en el suelo", relató a este medio.
El fuego cruzado entre carabineros y los atacantes se extendió hasta las 2 de la madrugada de ayer. No hubo heridos ni detenidos. La única certeza para los Bascur es que nuevamente serán hostigados.
"El día 24 en vísperas de Navidad nos robaron seis caballos que son yeguas de crianza, finas, y se las llevaron al interior de una comunidad (...) el día 26 pasó una camioneta e ingresaron al campo unas 10 o 12 personas armadas y el día de ayer (martes) en esa misma camioneta, pasa el mismo grupo de muchachos armados encapuchados y se bajan a la entrada del campo y empiezan a disparar hacia el interior", contó Juan De Dios Fuentes cuyo predio cuenta con protección policial desde hace 10 años.
El agricultor aseguró que junto a los Bascur son los únicos que han decidido no vender en el sector. "Ellos sufren un tormento espantoso", subrayó el también directivo de la agrupación Paz en La Araucanía.
Indignación
En medio de una conversación con El Austral, Jessica Bascur acerca a Marilí un teléfono celular con un mensaje de WhatsApp donde informan que hay tres carabineros heridos en el Fundo Centenario. "¡Ahora van a atacar a mis papás!", exclamó la mujer nerviosa. Piensan en dejar la entrevista a medias pero se sienten con la responsabilidad de hacer pública la situación que viven casi a diario.
"Es injusta la vida. Nosotros quedamos con el credo en la boca. Realmente no sé qué es lo que busca esta gente", afirmó la dirigente al leer el texto.
¿Por qué una víctima decide integrar o liderar una asociación contra la violencia? Los motivos son distintos pero tienen en común una historia que quisieran dejar atrás. "Tengo viva a mi madre y mis hermanos que son dos personas discapacitadas. Soy la única que me puedo mover y tengo que luchar por ellos. Nosotros queremos vivir en paz, tranquilos, no estamos en contra de nadie", destacó la oriunda del Bajo Malleco.
Luego de dos meses de su conformación ya cuentan con alrededor de 40 asociados. Aseguran sentirse abandonados pese a que han golpeado distintas puertas. Incluso, algunos presentaron una querella con la ex candidata presidencial Evelyn Matthei, recurso del cual hoy desconocen respuesta. "Con nosotros no se ha comunicado la señora Matthei", reveló Marilí.
La asociación criticó la visita de la Presidenta Michelle Bachelet a la Región, la que calificó como un acto político motivado por los anuncios de paro nacional de los camioneros.
"Ni siquiera nos llamaron. Lamentablemente para mí esto fue por colores políticos. Ella no vino a hablar directamente con las víctimas, ella vino para que se aplacara el movimiento que se estaba pronunciando de parte de los camiones que iban a hacer un paro", finalizó la indignada dirigente.
"Esto ya me está superando (...) A nosotros prácticamente nos estaría quedando la autodefensa".
Marilí Vallejos,, Víctimas de Malleco