Canil de Temuco: El hogar de los perros sin techo
ADOPTA UN PERRO. Camino a Chol Chol está el canil que le otorga a los canes condenados a la errancia una vida más digna.
Galatea, en cuya genética anidan el pointer o acaso el perdiguero, tiene ya casi tres años. Fue abandonada cuando tenía pocos días en la casa de Jacqueline Valdebenito Isler, ubicada en la villa San Sebastián. Pero Galatea no pudo llegar a mejor sitio: "Siempre he tenido mascotas y me parece que la gente que los abandona no tiene corazón", puntualiza la señora Valdebenito. También asegura que el esterilizarlos es fundamental para evitar las molestias de la sobrepoblación, y fue eso lo que hizo con su entrañable mascota: "Opté por el canil de los chicos de Medicina Veterinaria de la Católica, pues mi hija Paula me los recomendó", asegura.
EL CANIL
Jacqueline se refiere al Canil Temuco, que si bien pertenece al municipio es administrado por la Universidad Católica de Temuco, específicamente por la carrera de Medicina Veterinaria de dicha entidad, que lo tiene en comodato. Está ubicado a un costado del polideportivo de la Parcela Tegualda, a unos 15 kilómetros de Temuco yendo hacia Chol Chol, unos 200 metros en frente del Cementerio Parque Jardín Las Flores. Desde la primavera del año 2007 que el recinto está siendo administrado por profesionales jóvenes de la carrera de Medicina Veterinaria de la UCT, aunque no son pocos los voluntarios -de la misma carrera, claro está- que deambulan por ahí. En estricto rigor, son cuatro las personas que realizan funciones en el canil: dos auxiliares, un médico veterinario de turno y un coordinador.
El coordinador es el médico veterinario y también académico, Claudio Rojas, quien sostiene que son 136 los perros que residen en el canil en el momento es que esta crónica se escribe. Todos animales vagos o dejados por sus dueños y que fueron recogidos por funcionarios municipales.
"Algunos perros llegan en condiciones miserables, con tiña o en avanzado estado de desnutrición. No pocos de ellos llegan destrozados, pues algunas personas los golpean brutalmente. Los traemos, les damos atención de salud, los esterilizamos a los dos meses (machos y hembras) y los alimentamos; a veces debemos operarlos. Puede parecer que les damos una mala calidad de vida, pero eso no es efectivo. Algunos animalistas -que han sido más parte del problema que de la solución- sugieren que los tenemos hacinamos, que les quitamos su libertad y otras cuestiones absurdas. Si usted conociera el infierno que viven algunos perros vagos, encontraría que este sitio es para ellos casi como un hotel. Obviamente, estarían mejor con una familia... ¿pero entre esto y los posibles horrores de la calle?", puntualiza el profesional.
ADOPTAR A UN AMIGO
Asimismo, el veterinario asegura que la mayor parte de los animales va dulcificando su carácter con el tiempo. Rojas refiere que luego de unos meses y tras la esterilización, están listos para ser adoptados. Según él, es prioritario tomar conciencia de la necesidad de esta práctica: "No tengo nada contra las tiendas de mascotas, claro está, pero hay tanto perro vago en la ciudad -lo cual pasa en la mayor parte de Chile- que yo de verdad aconsejaría adoptar un animal antes que comprarlo. Las visitas, adopciones y retiros se realizan de lunes a sábado, desde las 13 hasta las 17.30 horas; y el consultorio del canil los días lunes, miércoles y viernes, entre las 14.30 y las 17.30 horas", aclara.
Es un lugar común afirmar que el perro es el mejor amigo del hombre, pero es evidente que este cánido descendiente del lobo y que fuera domesticado desde los albores de la civilización, es sin duda una entrañable compañía. No en vano el Presidente Arturo Alessandri solía afirmar: "Mientras más conozco a mi pueblo, más quiero a mi perro". Y ello no sólo habla de las veleidades de su cargo, sino también del aprecio indefectible que sentía por su gran danés de nombre Hulk.
Por su parte, el escritor norteamericano Edgar Allan Poe, afirma en uno de sus cuentos: "Hay en la ternura del animal, en el desprecio de sí mismo, algo que llega directamente al corazón de quien ha padecido la frágil fidelidad del hombre común". Y a despecho del posible tono de misantropía que contienen estos juicios, algo dice que no están tan desencaminados.
2007 Fue el año en que el canil pasó a ser administrado por la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica de Temuco.